La vedete Victoria Xipolitakis se negó hoy a declarar ante el juez federal Sergio Torres por el escandaloso vuelo que protagonizó en junio de este año, donde viajó en la cabina de vuelo tanto en el despegue como el aterrizaje.

Xipolitakis se presentó como imputada ante el juez en compañía de su abogado, Fernando Burlando, y se negó a declarar.

La vedete llegó al 4º piso de los Tribunales, donde el juez tiene su despacho, luego que la policía desalojara a la prensa y cerrara el lugar donde se desarrolló la cita.

La declaración de la mediática personalidad estaba programada para el 27 de este mes pero se adelantó ya que para esa fecha su abogado, Fernando Burlando, tiene programada una intervención quirúrgica.

En la audiencia de indagatoria, se le exhibió a Xipolitakis las pruebas en su contra, entre ellas el video que ella misma grabó con su teléfono celular del viaje en el vuelo AU2708 del 22 de junio pasado destino a Rosario.

Asimismo, los pilotos Federico Soaje y Patricio Zocchi fueron citados para el 28 y 29 próximo. La modelo fue denunciada por haber cometido la infracción del artículo 190 del Código Penal, al poner en riesgo una aeronave.

Ese artículo prevé penas de prisión de dos a ocho años, «el que a sabiendas ejecutare cualquier acto que ponga en peligro la seguridad de una nave, construcción flotante o aeronave».

La causa judicial se inició tras la difusión del video, en el que se ve a Xipolitakis en la cabina de mando junto a los dos pilotos, quienes le enseñan cómo acelerar en pleno despegue.

La denuncia tras el escándalo fue hecha por la empresa Aerolíneas Argentinas y el fiscal federal Carlos Rívolo impulsó una investigación donde incluso también se puso bajo la lupa si hubo desatención de los pilotos al comandar la aeronave.

En la causa declararon gran cantidad de personas, entre ellas azafatas y personal de Aerolíneas Argentinas, y también se llevó a cabo una pericia sobre el teléfono de la vedete con el cual se filmó el video del escándalo.

Ahora, el juez Torres tiene que resolver si procesa o no a la vedete, para lo cual tiene diez días para resolver.