En el marco de la investigación que se lleva adelante para esclarecer la muerte de Pichón Escobar, se realizaron varios allanamientos en los que terminaron detenidos dos policía de la provincia de Santa Fe, y tres empleados del boliche «La Tienda».

Los efectivos que se desempeñaban en el Comando Radioléctrico, se hallaban la noche de la desparición del joven realizando «adicionales», modalidad de trabajo que consiste en prestar tareas de vigilancia en favor de privados, en el after de Tucumán al 1100.

En ese lugar, Escobar fue visto por última vez por conocidos alrededor de las 6 de la mañana, para luego ser hallado sin vida en las aguas del Paraná.

La desición de la fiscalía de la que es titular Marisol Fabro, de arrestar a los uniformados tuvo eco inmediato en la persona del titular del Servicio Público de la Defensa Penal, Gabriel Ganóm. El funcionario desde su cuenta de Twiter manifestó: «Como sostuvimos desde un principio la Policía estaba detrás de la desaparición y muerte de Gerardo (Escobar)».

En el mismo sentido, Ganón agregó en otro Twit: «Esto es tan solo el comienzo la Justicia Provincial debe decretar su incompetencia de inmediato x polis participes».

Se pudo saber que la versión que se instaló días pasados, acerca de que uno de los policías arrestados se encontraba en situación de licencia por carpeta médica, hoy tiene más fuerza.

Cabe señalar, que la fiscal interviniente había manifestado que el joven no tenia golpes y que para poder determinar fehacientemente las causa del deceso faltaba complementar la autopsia con análisis que tardarían alrededor de  catorce días para tener la certeza.

Desaparecedores y negacionistas

No sería descabellado preguntarse si la decisión de último momento de la fiscalía, se debe a declaraciones formuladas por algún testigo o de evidencias aportadas por imágenes extraídas de cámaras cercanas al after La Tienda, en las que no existan dudas sobre la participación de los detenidos.

Las hipótesis que se tejieron alrededor de un supuesto suicidio por parte de Escobar, o que se había despeñado a las aguas del río por algún estado de alteración emocional, comienzan a desvanecerse.

Con todo, cobra fuerza la posición pública asumida en un primer momento por el  titular del Servicio Público de la Defensa Penal de la Provincia, Gabriel Ganón y daría pie a pensar que la supuesta animosidad que le atribuían, escondía la escaza voluntad o ineptitud para resolver un caso más, en el cual los agresores y algunos funcionarios siempre se equivocarían de la misma manera.

 

Foto: Florencia Vizzi