El juez federal Daniel Rafecas ordenó hoy al Cuerpo Médico Forense que otros profesionales a los que ya intervinieron sean quienes examinen a la «madre Alba» del convento de General Rodríguez para determinar si es inimputable.

El juez así lo dispuso luego de que el Cuerpo Médico Forense le consultara si los médicos que ya intervinieron en dos pericias anteriores puedan volver a revisar a la religiosa en la junta médica ya ordenada, indicaron fuentes judiciales.

Hasta el momento, dos estudios médicos concluyeron que Alba Día de España Martínez Fernández, de 95 años, no se encuentra «en condiciones psíquicas de afrontar un proceso penal»: el último de ellos indicó que la monja presenta «un deterioro cognitivo severo», con «propensión a la dispersión, fallas amnésicas con tendencia al relleno fabulatorio del vacío asociativo».

La monja, que mantenía un fuerte vínculo con el fallecido monseñor Rubén Di Monte, es una pieza clave en el caso del exsecretario José López, puesto que mantuvo con él una conversación telefónica la noche anterior a detención, preparó su llegada al convento y se reunió con él a solas por unos 40 minutos antes de que fuera esposado.

Por otra parte, este viernes declaró ante el juez el publicista Jorge Devoto, pues López había señalado que recibió de su parte un mensaje extraño de Whatsapp a partir del cual entró en estado paranóico, antes de llevar los dólares al convento.

Según sostuvo López, el mensaje de Devoto señalaba «qué haces leñador»: eso lo hizo entrar en paranoia pues el exfuncionario sostuvo que el día anterior había estado cortando camalotes en el muelle de su casa de Dique Luján en Tigre.

«Parecía que me habían estado mirando o espiando», dijo López en su indagatoria.

Al respecto, Devoto sostuvo que «nunca» envió ese mensaje a López, a quien conoce «de la militancia política, desde hace 15 años» y a quien calificó como «un conocido, no un amigo».

«Yo nunca mandé ese mensaje. Yo tengo una lista de difusión en el Whatsapp de más de 200 personas en la que está José López. En esa lista suelo mandar mensajes todo el tiempo sobre la campaña, militancia, videos, todos mensajes de la política», agregó en su declaración.

Además, el publicista agregó que el 13 de junio pasado, el día anterior a la llegada de López al convento de General Rodríguez, recibió vía Whastapp de respuesta de aquel: «No soy un hacker».

Por otra parte, el Juzgado tomó ampliación testimonial a los arquitectos Hugo Marcelo Budkin y Federico Curcio y luego se realizó un careo por diferencias que surgieron.