La niña de 10 años encontrada asesinada en su casa de la localidad bonaerense de Longchamps, partido de Almirante Brown, recibió 32 puñaladas y se investiga si se trató de un femicidio vinculante, informaron hoy fuentes policiales.

Los investigadores sospechan de un hombre con el que la madre de la niña mantuvo una relación sentimental durante diez años y del hijo de éste, del que también fue pareja, por lo que ambos quedaron imputados pero en libertad mientras se recolectan más pruebas, agregaron los voceros.

Fuentes policiales informaron que la autopsia realizada a Joselin Mamani (10) dio como resultado que sufrió 17 puñaladas en el rostro y otras 15 en la espalda con un cuchillo. 

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La madre de la niña, llamada Saira Mamani (33), declaró en las últimas horas ante la fiscal de la causa Fabiola Juanatey, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) especializada en Violencia de Género del Departamento Judicial Lomas de Zamora.
Tras su testimonio, la funcionaria judicial comenzó a investigar como sospechosos a un hombre llamado Carlos Correa (44) y a su hijo, identificado como Rubén Correa (25).

Es que la mujer dijo que mantuvo una relación sentimental con Correa padre durante 10 años, aunque desde hacía seis meses estaban separados.

Según las fuentes, Mamani agregó que luego formó una nueva pareja con el hijo de Correa, lo que llevó a los pesquisas a trabajar sobre la hipótesis de que alguno de ellos haya cometido el crimen de Joselin, quien había nacido como producto de otra relación. 

Tras el asesinato, los investigadores realizaron un allanamiento en la casa de Correa padre y secuestraron dos computadoras y un teléfono celular.

Las fuentes informaron que si bien también se corroboró que la madre de la niña tuvo hace más de un año una relación con un hombre de 39 años, de nacionalidad peruana, la fiscal Juanatey solo imputó por el momento a los Correa.

Los voceros dijeron que ambos serán sometidos a pericias psicológicas para determinar si participaron en un posible «femicidio vinculante», figura penal que se aplica al homicida que haya tenido «el propósito de causar sufrimiento a una persona con la que se mantiene o ha mantenido una relación».

Las fuentes añadieron que la madre de la niña también señaló que Correa padre ejerció violencia de género contra ella cuando se enteró que mantenía una relación con su hijo, pero los pesquisas confirmaron que no hubo denuncia al respecto.

El hecho fue descubierto ayer por la tarde, en una vivienda situada en la calle Silva al 1500, del barrio 14 de Febrero, de Longchamps, en el sur del Gran Buenos Aires, donde Joselin residía con su madre de nacionalidad boliviana.

Fuentes policiales informaron a Télam que la mujer denunció que ella se retiró del inmueble a las 10.30 para dirigirse a un banco en el centro de dicha localidad y que dejó a su hija sola.

Según la denunciante, cuando regresó poco después del mediodía halló la puerta de rejas abierta y a su hija muerta a puñaladas en el piso de la cocina, por lo que llamó al 911.

Cuando los efectivos policiales arribaron al lugar constataron el fallecimiento de la menor y que ésta presentaba manchas de sangre en la ropa, el rostro y miembros superiores e inferiores, dijeron los informantes.

En la casa no se detectó desorden ni la falta de elementos de valor, excepto un juego de llaves que la mujer había dejado sobre la mesa de la cocina antes de irse al banco.

La madre de la niña contó que tiene un local de venta de artículos de limpieza y que también trabaja de costurera, y añadió que fue madre soltera.

En el lugar del hallazgo trabajaron peritos de Policía Científica y médicos forenses, que determinaron que las manchas que presentaba la niña eran producto de lesiones y que fueron provocadas intencionalmente por un tercero.