Dos de las cuatro procesados por facilitamiento de lugar para la venta de estupefacientes durante la fiesta electrónica de Año Nuevo en la que murieron dos jóvenes en Arroyo Seco quedaron en libertad hasta que se realice el juicio, informaron hoy fuentes judiciales.

Se trata de los organizadores de la rave y socios en la firma Art Live Producciones, Alan David Van Brook y Gino Piazzese Scaglia, quienes fueron excarcelados por una decisión de la Cámara de Casación Penal, añadieron los informantes.

La Cámara Federal de Apelaciones de Rosario ratificó hace quince días los procesamientos de los cuatro imputados pero la defensa de dos de ellos reclamó en Casación sus excarcelaciones mientras dura el proceso.

La sala II de la Cámara de Casación revocó una resolución de la Cámara Federal rosarina y le ordenó que dicte un nuevo fallo sujeto a ese pronunciamiento.

De ese modo, Van Brook y Piazzese fueron excarcelados y quedarán en libertad hasta que se fije la fecha del juicio oral de la causa en la que están acusados de facilitar la venta de drogas durante una rave.

Ambos fueron los organizadores en Año Nuevo pasado de la fiesta electrónica “Sasha’s New Years Eve Party” que tuvo lugar en el boliche “Punta Stage” de la localidad santafesina de Arroyo Seco, ubicada a 25 kilómetros al sur de Rosario.

Tras la rave murieron Guiliana Maldovan (20), una chica de Rosario, y al día siguiente Lucas Liveratore (34), de San Nicolás, encontrado sin vida en su casa.

Por el mismo caso también fueron procesados Germán Pablo Dalinger y Esteban Gómez, el gerente y encargado respectivamente del boliche “Punta Stage”, explotado a través de la firma Yameli SRL, según detalló el fallo.

De acuerdo a la resolución de Casación, no existen elementos para pensar en el riesgo de fuga o la posibilidad de que Van Brook y Piazzese entorpezcan la investigación, por lo que ordenó a la Cámara Federal rosarina dictar su excarcelación.

La investigación llevada adelante por el fiscal federal 2 de Rosario, Mario Gambacorta, permitió establecer que Live Art Producciones firmó un contrato con Yameli para realizar la fiesta electrónica. 

“En dicho instrumento consignaron que la cantidad de asistentes no podía superar de 3.200 -a pesar de que el predio sólo tenía capacidad para 2.346 personas- y debía ser la firma de Dalinger la que se ocupara de la contratación del personal de seguridad, emergencias y la provisión de bebidas”, señaló el sitio Fiscales. 

Los fiscales pudieron determinar, además, que la firma Ticketek imprimió 5.004 tickets para la fiesta, “los cuales no fueron comercializados a través de sus canales habituales de venta”.

A través de testimonios de los asistentes, la Justicia estableció que los controles de ingreso “fueron sumamente permeables, que era imposible adquirir agua en las barras, que había sólo dos dispenser ubicados en el predio que se agotaron rápidamente y que tampoco funcionaba el suministro de los baños”. 

Algunos de los testigos sostuvieron que en la fiesta la gente consumía estupefacientes tales como pastillas, cocaína y Popper, y que las mismas eran vendidas en el VIP del boliche. 

La pesquisa encontró, además, comprimidos de drogas sintéticas y cocaína al momento de retirar los baños químicos del lugar.