Agentes de Inteligencia que declararon ante la Justicia calificaron como «una locura» las tareas de espionaje que llevaron a cabo sobe el Instituto Patria y la casa de la actual vicepresidenta, Cristina Kirchner, en 2018 . Y aseguraron que el ex espía Alan Ruiz, detenido en las últimas horas, tenía «reuniones seguidas con la 8», en alusión a la subdirectora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Silvia Majdalani.

Las declaraciones bajo identidad reservada, por tratarse de agentes de Inteligencia, constan en la causa que lleva adelante el juez federal de Lomas de Zamora, Juan Pablo Augé, quien investiga un episodio concreto: las tareas de espionaje sobre el Instituto Patria y el departamento en Recoleta donde vive la vicepresidenta.

El agente identificado como Número 4 dijo que al recibir la orden de realizar esas tareas de espionaje le dijo a sus superiores que no se podían hacer y que cuando se lo dijo a Ruiz éste le explicaba que «era orden directa de la 8».

El testigo detalló que para espiar se usaban incluso autos de técnica, que consistía en dejar durante la noche en esos lugares un vehículo estacionado con una cámara para filmar sin ocupantes, y que luego se iba al día siguiente a retirar los tapes con esas horas de grabación.

«Se hacían los informes y se los mandaban a Alan Ruiz. En el informe constaba, día, fecha, hora y lo que se registraba. Se hacían una vez por día. Al principio se mandaban fotos también, adjuntadas al informe», detalló el agente ante el magistrado. El espía también declaró que Ruiz «tenía reuniones seguidas con la 8», el nombre que recibe la persona a cargo de la Subdirección de la AFI, en este caso Silvia Majdalani.

Para despejar dudas y negar el argumento utilizado por Ruiz sobre que esas tareas eran de prevención en el marco de la Cumbre del G20 que se desarrolló en diciembre de 2018, el testigo aseguró que «nunca se habló de la posibilidad de que esos operativos estuvieran vinculados con alguna amenaza sobre algún atentado ni que existiera algún riesgo de que una persona intente insertar elementos explosivos en alguno de esos domicilios».

Al contrario, el agente afirmó que la orden que había dado Ruiz era saber si «de ese domicilio sacaban, bolsos, mochilas, documentación porque estaba relacionada con un juicio; pero nunca dijo que podía ser víctima de un atentado por parte de un grupo anarquista ni con tareas de prevención por el G20 o los Juegos Olímpicos de la Juventud».

En tanto, el agente identificado como Número 5 declaró que «la información de los seguimientos a estos dos objetivos no siguió nunca los canales tradicionales dentro del departamento.

Esto significaba que en vez de realizar informes, pasarlos a Judiciales, que a su vez lo pasaba a Jurídicos y éste por último al Juzgado o al requirente, en el caso de la ex presidenta, la información producida por los agentes de calle se remitía directamente a Ruiz».

Ese espía detalló que unos 12 agentes de la AFI estaban abocados a las tareas de espionaje sobre Cristina Kirchner «en distintos turnos» y calificó esa orden como «una locura».