Un nuevo asesinato en la ciudad generó una movilización masiva en reclamo de una palabra que se repite día a día no solo en Rosario, sino en todo el país: Justicia.

En la madrugada del domingo, un hombre de 36 años fue víctima de un ataque fatal cuando dos delincuentes lo interceptaron en Constitución al 400 y tras resistirse al ataque le asestaron tres puñaladas mortales sin llevarse ninguna pertenencia de la víctima. Por el caso, aún, no hay detenidos.

Rápidamente, un grupo importante de vecinos de Damián Lucero, quien perdió la vida, decidieron lanzar públicamente una marcha de silencio. La cita fue en Tucumán al 3700, donde un millar de personas, muchos con velas encendidas, recordaron al joven fallecido y pidieron Justicia para que su muerte no quede impune. Además, solicitaron seguridad en la zona.

Ariel, vecino de Lucero, resumió en una frase –consultado por Conclusión– cómo era el joven verdulero: «Era un buen padre, un buen vecino y sobre todo una buena persona».

«Ojalá él hubiese podido ver el amor que le tenía la gente», dijo a su vez la mujer de Lucero. Y agregó: «Todos los vecinos, todos los que conocían a Damián lo querían, porque era una excelente persona. No se puede creer lo que hicieron, que alguien haga algo de una vez por todas».

Mientras, la esposa de Damián relató las últimas horas de vida: «Me dijo que llamemos a la ambulancia, a la Policía, dijo que se ahogaba, ‘me muero’, decía, y yo con mi hijo, embarazada de casi siete meses, tratando de levantarlo. En el Centenario nadie lo bajó, nadie salió a recibirlo, ni un camillero, ni un médico, unas personas nos tuvieron que ayudar. Lamentablemente yo sabía que no iba a salir de esa».