Este jueves se cumplieron dos años del brutal asesinato de Fernanda Laconca y su hija Camila de dos años a manos del esposo y padre, respectivamente, de las víctimas, quien tras un período de internación en una clínica psiquiátrica está hoy en libertad, razón por la cual se realizó un estridente reclamo a las puertas de los Tribunales Provinciales en Rosario.

Se trata de Iván Furiasse, quien a poco de cometer el doble homicidio fue internado en la Colonia Psiquiátrica de Oliveros, pero según denuncian desde el entorno de Laconca, hoy acude a recitales, shoppings y parques de la ciudad con total normalidad.

«Ya está curado dicen. Fue diagnosticado de «brote psicótico crónico, por eso fue declarado inimputable en su momento, el fiscal dijo que lo declaraba psicópata. Si es así, no puede andar en la calle. Gracias a Dios no nos lo cruzamos, no se como podemos llegar a reaccionar. Nos han mandado fotos que lo han visto en recitales de Abel Pintos, va al shopping, al parque España, al Monumento, en supermercados, donde hay mucha gente y si es un psicópata no puede estar ahí, tiene que estar por lo menos encerrado en un psiquiátrico», relató a medios de prensa, entre ellos Conclusión, Macerla, prima de Fernanda, en horas de la tarde de este miércoles frente a Tribunales.

 

Una de las varias amigas de la mujer salvajemente asesinada en octubre de 2017 dijo a Conclusión que desde la familia «no tiene fuerzas para luchar» ya que lo sucedido «los destrozó, no quieren ni ver las fotos de ella en los medios».

«Es un caso más de femicidio, lamentablemente, lo aceptamos, pero que se conozca la cara porque lo va a volver a hacer, es un ser frío y violento. El había estado internado en enero por un pico de estrés. Últimamente lo tomábamos como que estaba bien, en recuperación. Tenemos muchas pruebas de que fue premeditado, estoy segura de eso», sentenció.

Los femicidios tuvieron lugar en octubre de 2017 y causó impacto, más allá de las irreparables pérdidas, por la brutalidad metodológica del asesino: las apuñaló hasta no tener más fuerzas en su domicilio del barrio rosarino de Acíndar.

Cuando arribaron efectivos policiales el hombre se encontraba en calzoncillos y balbuceante. Fue declarado inimputable por el fiscal Florentino Malaponte, tras una audiencia en la que también se dictaminó la aplicación de la ley de Salud Mental.