Este sábado, un niño de cuatro años murió producto de un cuadro de broncoaspiración. El nene había ingresado al Hospital Provincial, proveniente del Hospital Gamen, con un cuadro de broncoaspiración.

Cuando los médicos lo atendieron, encontraron varias marcas en el cuerpo del pequeño que atribuyeron a posibles golpes y realizaron la denuncia correspondiente. Por esa razón se le dio intervención a la Secretaría de Niñez y al Ministerio Público de la Acusación y ambos padres fueron detenidos.

Sin embargo, el domingo mismo los progenitores recuperaron la libertad luego de que todos los informes médicos y las pericias fotográficas descartaron los malos tratos y fueron puestos en libertad. 

El chico, oriundo de Villa Gobernador Gálvez fue ingresado al Hospital Provincial con un cuadro grave de broncoaspiración, quedó internado en terapia intensiva hasta que a las pocas horas perdió la vida.

Al atenderlo, los médicos notaron varias marcas en el cuerpo que parecían secuelas de golpes dados con un cinturón. Los profesionales hicieron la denuncia y se le dio intervención a la secretería de Niñez. Las otras dos hijas de la pareja que estaban al cuidado de la niñera fueron llevadas a casa de sus abuelas y ambos padres quedaron detenidos. Este lunes iban a ser imputados  por el delito de lesiones dolosas agravadas por el vínculo. La principal sospecha había recaído sobre el padre a raíz de un testimonio recibido por la Fiscalía. 

Sin embargo, desde el Ministerio Público de la Acusación informaron que los informes médicos y pericias realizadas no constataron que «el menor haya sido expuesto a situaciones de violencia familiar».

Según lo informado por el MPA , «el informe ambiental realizado dio resultado negativo en relación a que el niño hubiera estado expuestas a situaciones de violencia familiar». 

«En relación al cuadro bronco aspiratorio con el cual ingresa a los mencionados nosocomios, informes médicos manifiestan que el mismo podría corresponder a una patología anterior, por lo que en principio no puede aseverarse que sus padres tengan algún grado de responsabilidad directa o indirecta», aseveraron desde la Fiscalía. Y, en cuanto a las marcas que el personal médico que lo atendió denunció, fue demostrado que no corresponden a signos de violencia externa.

Con este escenario, los padres del chicro recuperaron la libertad al no haber «elementos de convicción que los vincule a una situación de violencia familiar ni los responsabilice directamente al estado de salud que presenta su hijo». Igualmente, la investigación continúa para descartar todo tipo de situación de violencia a la que pueda haber estado expuesta el menor.