La jueza Alejandra Rodenas –a cargo del juzgado de Instrucción N° 9– procesó a Diego “Panadero” Ochoa por los delitos de homicidio calificado en un caso y otro en grado de tentativa por considerarlo instigador del asesinato de Maximiliano “Quemadito” Rodríguez y de un ataque previo que resultó fallido.

La magistrada consideró que existe suficiente material probatorio para considerar que Ochoa mandó a matar a Maximiliano Rodríguez, asesinado de un tiro en la cabeza en Pellegrini y Corrientes en febrero de 2013. Un mes antes Rodríguez había sido baleado en el patio del frente de su casa, pero de los diez tiros sólo uno lo alcanzó, hiriéndolo en una de sus piernas.

Para Rodenas, los ataques fueron en respuesta a que Rodríguez, junto a su padre y a Matías Pera, había intentado quitarle el mando de la barra brava de Newells, hecho conocido como “la entangada”. Por tal motivo, Ochoa le habría encargado el asesinato a Sergio “Chuno” Acosta y Héctor “Porteño” Rodríguez, ambos condenados como autores materiales del homicidio del Quemadito.

El procesamiento cuenta con amplias referencias al considerar que Ochoa “ofreció a Sergio “Chuno” Acosta, Héctor David “Porteño” Rodríguez y a un tercero que nunca pudo ser identificado, dinero en efectivo como así también beneficios económicos ilegales relacionados con la pertenencia a la mal llamada Barra Brava del club NOB, que liderara como jefe de una banda a partir del mes de diciembre de 2008 hasta la fecha, con el fin de darle muerte a Maximiliano Rodríguez”.

La jueza Rodenas estableció que “la motivación para ordenar su ejecución fueron, la situación ocurrida el día sábado 4 de septiembre de 2010- de público y notorio- en el cual Matías Pera, Maximiliano Rodríguez y su padre Sergio le coparon en pleno partido de fútbol, la jefatura de la Barra, golpeándolo y desalojándolo del estadio a fin de tomar estos la conducción de la mal llamada Barra Brava y hacerse cargo de los negocios ilícitos que ello implicaba y el saber que Maximiliano Rodríguez habiendo estado detenido por casi un año y recuperando su libertad en fecha 26/12/2012, tenía la intención y había comenzado a delinear un nuevo intento de desplazarlo del liderazgo de la barra”. Y por consiguiente “ordenó su ejecución”.

Además de dictar el procesamiento, la jueza Rodenas ordenó la prisión preventiva y un embargo de sus bienes por 300 mil pesos. Es oportuno aclarar que Diego Panadero Ocho fue juzgado y condenado a 13 años de prisión el pasado 24 de febrero, por instigar el asesinato de Roberto “Pimpi” Caminos, ex jefe de la barra brava de Ñuls.