Dos padres se pelearon a trompadas en la puerta de la escuela a la que concurren sus hijos en la localidad bonaerense de Caseros y uno de ellos sufrió una lesión en un ojo, lo que le produjo la pérdida de la visión, mientras que el otro fue detenido. Según confirmaron fuentes policiales, el hecho se registró este jueves en la entrada del Instituto Evangélico Americano situado en la calle Belgrano al 4.700, de la mencionada localidad del partido de Tres de Febrero y, según indicaron testigos del episodio, todo se inició a raíz de una discusión en el grupo de WhatsApp de las madres de los niños.

Según señalaron, la víctima, Esteban Raúl Bieiaszewzki, comerciante de 46 años, se tomó a los golpes con Alberto Morea, un kioskero de 52, y por esa situación, el primero de ellos resultó gravemente lesionado en su ojo izquierdo y fue derivado a la Clínica Trinidad de Ramos Mejía.
El representante legal de la escuela donde se pelearon los padres manifestó su enojo acerca de la insólita situación y dijo en diálogo con la prensa: «Jamás hemos visto una cosa así, algo tan desproporcionado».

«El instituto no avala ningún hecho violento», expresó, tras lo cual comentó: «Tenemos un proyecto en la escuela que es ‘Educar para la paz’ y lo que le decimos a nuestros alumnos es que lo mejor es el diálogo».

Según fuentes judiciales, y de acuerdo a lo recabado de testigos de la pelea y de los participantes del chat, todo se inició días atrás cuando las mamás de dos alumnos del jardín de infantes que funciona en el colegio comenzaron a discutir por un comentario en WhatsApp. En esos mensajes, que se viralizaron en las redes sociales, una de las madres le dice a la otra «Flaca te reconfundiste, yo con mamás luchonas no converso» (sic).

A partir de ese mensaje, la otra madre comenzó con una serie de audios en los que agrede a la madre del primer mensaje y la amenaza con encontrarse con ella en el colegio. «No me contestás las llamadas que te estoy haciendo en privado. Así somos todos vivos. Más te vale que me lo digas en la cara», le dice en el primero de los audios, tras lo cual le advierte: «Con esa cara de frígida. Ya nos vamos a ver en la puerta del colegio. Hablame en privado, o me tenés miedo?». Finalmente, en el último de los mensajes, la misma madre le dice: «No lleves tus quilombos para que te defiendan los demás».

Con esto como antecedente, al día siguiente, la pareja integrada Alberto Morea y su mujer se encontraron en la puerta del colegio con Esteban Bieiaszewzki, marido de la mujer que decía no querer pelear (se preservan sus identidades para no identificar a los niños que concurren al colegio).

Tal como se puede observar en las imágenes de las cámaras de seguridad, tras un breve intercambio de palabras, Morea comenzó a golpear con violencia al otro hombre, lo que motivó la intervención de efectivos de la policía bonaerense y de la Policía Federal que se encontraban en esa cuadra.

Fuentes de la investigación aseguraron que antes de la pelea, la mujer le arroja una patada a Bieiaszewzki y luego su marido le da un golpe en la cara que provoca su caída al suelo, donde le siguen pegando hasta que llegan los efectivos policiales.

Como consecuencia de la pelea, Morea fue aprehendido y trasladado a la comisaría 1ra de Caseros, donde quedó alojado a disposición de la Unidad Funcional de Instrucción 1 del Departamento Judicial de San Martín, a cargo de Fabricio Iovine.

En tanto, la víctima de la golpiza fue trasladada a una clínica de la localidad de Ramos Mejía, donde los médicos constataron una grave herida en uno de sus ojos, que le produjo la pérdida de la visión. Con estos resultados médicos, el fiscal Iovine se aprestaba esta tarde a tomarle testimonio a distintos padres que se hallaban en el lugar en el momento de la pelea, tras lo cual indagará al detenido por el delito de «lesiones graves».

Para el fiscal, de todas formas, la prueba clave es la imagen de la cámara de seguridad que registró toda la pelea y los audios del grupo de padres del jardín de infantes.

El delito de «lesiones graves» está contemplado en el artículo 90 del Código Penal y tiene una pena de 1 a 6 años de prisión «si la lesión produjere una debilitación permanente de la salud, de un sentido, de un órgano, de un miembro o una dificultad permanente de la palabra o si hubiere puesto en peligro la vida del ofendido, le hubiere inutilizado para el trabajo por más de un mes o le hubiere causado una deformación permanente del rostro».