El fiscal Darío Giagnorio pidió este viernes una condena de 12 años de prisión para el policía bonaerense que manejaba el patrullero con el que atropelló y provocó la muerte de dos jóvenes que iban en moto en la ciudad de San Nicolás. El hecho por el que se juzga al uniformado  ocurrió en junio de 2020, en pleno Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO).

El pedido del fiscal fue elevado al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de la ciudad de San Nicolás contra el oficial Pablo Moresco (25), acusado del «doble homicidio con dolo eventual» de Ezequiel Corbalán (30) y Ulises Rial (25).

«El móvil policial se interpuso con la dirección de la motocicleta. Nadie dijo una cosa contraria. Ulises y Ezequiel no interpretaron nunca que era un vehículo policial. Jamás se identificaron ante ellos», sostuvo Giagnorio durante su alegato. Y agregó que la maniobra de Moresco fue «irracional» e «indiferente».

El auto, como un arma

«Irracional porque decidió cruzarle el vehículo e indiferente porque no le importó lo que iba a pasar detrás de eso. Eso debe ser considerado al momento de dictar la sentencia», detalló el fiscal.

Sin embargo, Giagnorio planteó como atenuantes a «las condiciones de las herramientas» que le proveía la Policía bonaerense, sumado a la «edad de Moresco y su falta de instrucción».

«El móvil policial apenas tenía luces delanteras y traseras. No tenía otra manera de ser identificado. En cuanto a su falta de instrucción, esto también se refleja en sus compañeros policías, que ni siquiera sabían qué tenían que hacer», afirmó.

Por otro lado, el abogado de los familiares de las víctimas, Gabriel Ganon, pidió una pena de 25 años de prisión para el policía y apuntó contra los superiores de Moresco que se hicieron presentes luego del choque.

«Buscaban tapar la conducta criminal de Moresco. Eso estaba dirigido a generar impunidad. Esto no debe repetirse en un Estado de derecho», manifestó.

En ese sentido, la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), que patrocina a las familias Rial y Corbalán, describió el accionar del imputado como «desproporcional».

«La intervención de Moresco, al haber invadido el carril de la moto sin balizas y sin sirena es completamente desproporcionada. Fue una conducta irrazonable para intentar detener la moto», advirtieron desde el organismo durante su exposición.

Por otra parte, la defensa del policía pidió que Moresco sea absuelto, tras considerar que «no tuvo responsabilidad alguna en el hecho» debido a que su accionar no fue intencional.

Finalizados los alegatos, el imputado pronunció sus últimas palabras, donde manifestó brevemente su inocencia.

Incidentes en el Tribunal

Sobre el cierre de la audiencia, se produjeron incidentes entre las familias de las víctimas y del imputado, donde las parcialidades entrecruzaron insultos, acusaciones e intentos de agresión física.

Finalmente, el episodio fue contenido por oficiales de la Prefectura Naval que custodiaban el recinto, quienes establecieron un cordón entre los implicados.

«Se armó una discusión bárbara. El hermano de Moresco estaba provocando a uno de los hermanos de Ezequiel Corbalán y ahí comenzó la discusión«, narró a esta agencia Verónica Arias, mamá de Ulises Rial.

Tras el tenso momento, Sandra Corbalán, madre de Ezequiel, sufrió una descompensación y fue trasladada a un hospital cercano.

«El día de hoy fue terrible. La parte del acusado buscó problemas y tiraron sillazos. Mis hijos tuvieron que intervenir. Y en todo ese tumulto a mí me subió la presión y comencé a sentirme mal», describió Sandra en diálogo con Télam.

Por último, voceros judiciales adelantaron a que la lectura de la sentencia tendrá lugar el próximo jueves 27 de octubre en las oficinas judiciales del TOC 2 de San Nicolás.

La noche fatal

La noche del 1ª de junio de 2020, pasadas las 3, Ezequiel y Ulises fueron a comprar a un quiosco de San Nicolás a bordo de una moto Corven 150 cc, hasta que efectivos a bordo de una patrulla quisieron identificarlos, ya que los jóvenes estaban violando el ASPO decretado por el Gobierno nacional ante la pandemia de coronavirus.

Sin embargo, Ezequiel aceleró y los agentes policiales de la zona dieron inicio a un operativo cerrojo tras irradiar una alerta, aunque la persecución solo duró algunas cuadras, hasta Carbajo y Piaggio del barrio San Martín, de la mencionada ciudad del norte de la provincia de Buenos Aires.

Allí, el patrullero manejado por Moresco chocó de frente a la moto en la parte izquierda y ambos tripulantes, que no tenían el casco puesto, cayeron contra el asfalto.

Ulises murió casi en el acto como consecuencia de las lesiones sufridas y Ezequiel quedó internado en grave estado en un hospital local hasta el viernes 5 de junio, cuando falleció.

En función de las declaraciones de testigos, la fiscalía logró determinar que el patrullero iba a unos 20 kilómetros por hora cuando se cruzó de carril y que «el móvil se encontraba sin la sirena» y «con las balizas apagadas» al momento de la persecución y el posterior impacto.