Un equipo de fiscales federales pidió el procesamiento con prisión preventiva del líder de la banda “Los Monos”, Ariel Máximo “Guille” Cantero, por el secuestro extorsivo vinculado al comercio de drogas del hijo de un empresario de la localidad santafesina de Arroyo Seco, quien fue capturado el 23 de julio último y liberado tras el pago de 10 mil dólares y algunas joyas, informaron fuentes judiciales.

Además de Cantero, quien está detenido tras recibir siete condenas por las que acumula penas por 84 años de prisión -aunque la ley no permite que esté preso más de medio siglo-, los fiscales solicitaron al juez federal 3 de Rosario, Carlos Vera Barros, idéntica medida para otras 16 personas -entre ellas un menor de edad-, acusadas de integrar la banda narcocriminal “Los Monos”.

De acuerdo con lo informado por el Ministerio Público Fiscal (MPF), la presentación fue realizada conjuntamente por los fiscales rosarinos Claudio Kishimoto y Franco Benetti; de la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos (Ufese), Santiago Marquevich, Pedro Rebollo e Ignacio Rueda, y lo de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), Diego Iglesias y Matías Scilabra.

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El pedido es para que el juez Vera Barros dicte el procesamiento con prisión preventiva de «Guille» Cantero y de algunos de los sindicados integrantes de «Los Monos» por el secuestro extorsivo del hijo del empresario, y por la comercialización de estupefacientes en Villa Gobernador Gálvez.

La organización fue desbaratada en 84 allanamientos dispuestos por el Equipo de Investigación Conjunto (ECI) conformado por la Procunar y el Ministerio Público de la Acusación (MPA) de Santa Fe.

Secuestradores bloqueados

El secuestro en cuestión se inició la noche del 23 de julio pasado, cuando el hijo del empresario y un amigo fueron a un punto de venta de drogas situado en la calle Baigorria al 600, de Arroyo Seco.

Cuando el joven bajó del vehículo, fue interceptado por un Chevrolet Astra, del cual descendió un hombre vestido de policía y le dio la voz de alto, mientras que otro apareció por detrás, le dio un culatazo y lo obligó a subir al auto donde había otras dos personas.

La víctima fue trasladada hasta una vivienda -que luego se ubicó en las calles Simón Bolívar y Bomberos Voluntarios, de Villa Gobernador Gálvez-, donde permaneció cautiva unas dos horas, periodo en que los secuestradores se comunicaron con sus padres y les exigieron dinero por su liberación.

En ese tiempo los secuestradores le enviaron a la madre del joven, a modo de “prueba de vida”, una fotografía del chico con los ojos vendados y dos pistolas apuntándole a la cabeza.

Pensando que era broma, la mujer había bloqueado el número del teléfono del que antes le habían enviado un audio, por lo que los secuestradores utilizaron el teléfono del chico para volver a contactarla, precisaron fuentes del caso. “Desbloquee a los pibes que le mandaron primero, porque si no a tu hijo no los vas a ver más, así corta la bocha”, le dijeron a la mujer a través de un audio.

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“Le dimos una hora doña, ya van 10 minutos. Fíjese lo que va a hacer que esto no es joda. Desbloquee a los muchachos porque voy a empezar a verduguear a tu hijo, viste la foto que te mandé, le voy a mandar un dedo”, la amenazaron después.

Tras el pago de 10 mil dólares y joyas que fueron entregadas en inmediaciones del Puente Cargill, de esa localidad, el joven fue liberado con algunos cortes y fracturas que le provocaron durante el cautiverio.

En base a la pesquisa, los fiscales requirieron para Cantero, nueve hombres y tres mujeres el procesamiento por los delitos de «secuestro extorsivo agravado por haberse cobrado el rescate exigido, por haberle causado a la víctima lesiones graves y por la participación en el hecho de tres o más personas» y «por robo agravado por el uso de arma y por haberse cometido en poblado y en banda».

Un caso previo que no salió como esperaban

Cantero, cuya última condena fue dictada el 30 de septiembre último a 22 años de prisión por instigar desde la cárcel federal de Marcos Paz siete balaceras a domicilios de magistrados y edificios judiciales, ya tiene un antecedente de secuestro extorsivo.

El 24 de octubre de 2019 el Tribunal Federal Oral Nº 3 de Rosario lo condenó a 10 años de cárcel por el secuestro de un joven de 19 años que, de acuerdo al caso, “Guille” ideó desde la cárcel santafesina de Coronda en 2018.

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Sin embargo, en esa oportunidad las dos personas que ejecutaron el secuestro ordenado por Cantero equivocaron la víctima elegida y privaron de la libertad a otra persona, hijo de un carnicero.

Al advertir el error, se comunicaron con Cantero –que estaba en la prisión- y a modo de broma el jefe de “Los Monos” le dijo a uno de sus cómplices que le pidiera al padre “dos kilos de asado”. El joven fue liberado a los pocos minutos, pero “Guille” fue condenado de todas maneras a 10 años por secuestro extorsivo.

Tráfico de drogas

También le imputaron a Cantero y a otro hombre haber organizado y financiado la distribución y comercialización de drogas, cuanto menos, desde el 24 de julio hasta el 2 de octubre de 2021 en las ciudades de Villa Gobernador Gálvez y de Arroyo Seco, para lo cual se valieron de una red integrada por seis mujeres, siete hombres y un menor de edad, quienes distribuían y vendían los estupefacientes, con violencia e intimidación.

Asimismo, se le imputó a la banda la tenencia con fines de comercialización de 73 envoltorios, 109 bolsitas y una bolsa más grande que las anteriores, todas las cuales contenían droga, secuestrados en tres allanamientos a domicilios de Villa Gobernador Gálvez el pasado 2 de octubre.

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En ese marco, requirieron el procesamiento por «tráfico ilícito de estupefacientes, en la modalidad comercio, agravado por servirse de menores de 18 años, ser cometido con violencia e intimidación y por la participación de tres o más personas» de los siete hombres y las mujeres yd el joven.

Para el MPF, en los 84 allanamientos simultáneos desplegados a principios de este mes, donde se detuvo a parte de los imputados y se recuperaron celulares utilizados para las llamadas extorsivas, se corroboró que el secuestro extorsivo «no fue producto de un accionar aislado cometido por un grupo de personas que se organizó de improviso», sino que fue cometido por «una agrupación criminal dedicada, entre otras cosas, al comercio de estupefacientes» liderada por Cantero desde prisión.