La manifestación que estaba prevista para hoy a las 11 por parte de familiares de agentes que revisten en la Policía Comunitaria de Rosario no se concretó. En cambio dirigentes de Apropol se hicieron presentes en el lugar para realizar los reclamos en inmediaciones del destacamento ubicado en Moreno y Battle y Ordóñez. El reclamo apunta a los cambios en los horarios de trabajo de los agentes y a la falta de elementos adecuados para trabajar.

En tanto, Alberto Martínez, secretario general de Apropol, manifestó que «si se respeta una jornada limitada de trabajo no hubiésemos llegado a esto. una jornada de 24 por 24 es imposible».

Por otra parte, Martínez reclamó que «los elementos de trabajo no son suficientes. El nextel no tiene servicio y no pueden comunicarse los agentes con los vecinos y viceversa. No hay chalecos antibalas y además les están debiendo algún dinero».

Al respecto, se expresó el secretario de Seguridad de la provincia, Gerardo Chaumont, quien manifestó: “Estoy sorprendido porque una persona a la que el Estado le da un arma para que defienda a la sociedad tenga que recurrir a la mamá o al papá para que defienda sus derechos”.

En declaraciones a LT8 Chaumont dejó claro que  «el policía que proteste va a ser echado de la fuerza. La policía no es un órgano deliberativo público, y si tienen que hacer un reclamo deben hacerlo por la vía jerárquica».

El secretario de Seguridad  aclaró que “hay libertad de expresión dentro de la policía. Eso permite que cualquiera que crea que sus derechos están avasallados o que sus condiciones de trabajo deben ser mejoradas, tiene libre acceso a sus superiores y si ese superior no da respuesta puede seguir ascendiendo por la cadena jerárquica para manifestar sus problemas».

«Sería inadmisible que un policía se manifieste de otra manera», expresó el funcionario y negó que los reclamos que plantean los familiares de los policías «haya llegado formalmente» a su oficina.

En relación al reclamo puntual de las jornadas laborales Chaumont aclaró que «la policía de Santa Fe está dividida en cinco regiones. Los horarios de trabajo se adecúan a las necesidades de cada una de las zonas que difieren una de otra. En el caso particular de Rosario, todo el sistema de seguridad está en manos del comisario mayor Luis Amaya. Y él hace una distribución de efectivos, medios y horarios, conforme a la evaluación que hace al mapa de color, como lo llamamos nosotros, que son las incidencias de inseguridad en la ciudad».

«Los horarios de un policía no siempre son exactamente los mismos. En estos momentos, se está trabajando en un proyecto para que los turnos sean de ocho horas por día. Pero el de policía no es un trabajo cualquiera. Un bombero no puede decir que, porque apagó dos incendios, no irá a apagar el tercero porque se excedió en el horario de trabajo», detalló.

El funcionario explicó que  «el policía es un servidor a la comunidad. En un momento donde hay una emergencia en el tema de seguridad, no es lógico ni aceptable que un servidor público me diga que tiene que trabajar un poco más o  un poco menos. De ninguna manera eso será tolerado, y menos fuera de la estructura jerárquica correspondiente», sentenció.