Luego de sortear diversas trabas, la investigación por la muerte de Carlos Orellano parece mostrar algunos avances. El pasado viernes, cuatro policías fueron imputados por su participación con omisiones e incumplimientos de sus tareas en el encubrimiento de lo ocurrido aquella noche de febrero y, este martes por la mañana, se realizó la reconstrucción de las últimas horas del joven de 23 años que fue hallado muerto en el río Paraná, en el mes de febrero, tras haber estado desaparecido dos días, luego de haber sido visto por última vez en el boliche Señor Ming, en la Estación Fluvial.

En la reconstrucción estuvieron presentes gran cantidad de oficiales de la Prefectura Naval, encargados del cordón de seguridad, efectivos de la Policía Federal Argentina y el gabinete de criminalística de esa fuerza, el gabinete criminalístico de la Gendarmería Nacional. Además fueron convocados unos 16 testigos, dos de ellos encubiertos y algunos imputados y participaron el abogado querellante, Salvador Vera, los fiscales que investigan la causa, Patricio Saldutti y Gonzalo Fernández Bussy y el juez Nicolás Foppiani.

También esutvo presente el papá de Carlos, Edgardo Orellano quien manifestó que tiene la esperanza de que esta reconstruccion judicial «va a aclarar los testimonios que brindaron los distintos testigos y también nos va a permitir volver a ver el boliche por dentro ya que hay muchas cosas que no figuraban en los planos, por ejemplo puertas secretas, baños secretos que estaban ocultos». «Creo que esto va a ayudar bastante para aclarar las cosas» afirmó y añadió:  «También quiero saber quien es Guillermo Wolfing, que ayer escuché una noticia en la radio que decía que los 177 documentos de identidad encontrados en la casa de cambio Carey, la mayoría fueron denunciados como perdidos en este boliche y después se usaron para lavar dinero del narcotráfico, así que estaría bueno saber quien es Guillermo Wolfing».

Orellano también se mostró totalmente convencido de que el propietario de Señor Ming tiene relación directa con la muerte de su hijo: «Intentaron sacar todo esto afuera, intentaron sacarlo afuera, como que se cayó al río en un accidente, como hace la mafia, que parezca un accidente», disparó. «De acuerdo a los dichos de los testigos, intervinieron tres o cuatro patovicas, y los demas callaron, y si callan quiere decir que están encubriendo a los compañeros, igual que los empleados del boliche. Si nadie dice lo que vio, es porque están encubrienndo lo que pasó», afirmó.

En ese sentido, el padre de «Bocacha» se refirió a su convicción de que la causa estuvo «cajoneada» y por eso todas las accinoes de importancia llegaron tarde. «Los testimonios de los testigos y de los patovicas,los audios del dueño del boliche  los tienen del primer día. Los peritos dijeron que no había nada, que no encontraron nada y que no pudieron abrir los teléfonos, y nosotros los abrimos en casa. Después de siete meses nos dieron el material en bruto, y tuvimos que investigarlo nosotros. Encontramos fotos, videos… las cámaras que dijeron que no andaban, resulta que me filmaron a mi cuando entraba. Y en las actas figuran que no funcionaban».