La Policía de Investigaciones (PDI) allanó la cárcel de la vecina localidad de Piñero en donde dieron con elementos claves en la causa de llamados extorsivos. Así, supieron que tres reos que se encuentran cumpliendo condenas por delitos de homicidio y robo calificado fueron los implicados.

Una investigación iniciada por el fiscal de Investigación y Juicio Nicolás Foppiani y que luego continuó la fiscal Viviana O’Connell derivó en un allanamiento en el Pabellón Nº 3 de la Unidad Nº 11 de Piñero.

En el operativo llevado a cabo por personal de la Policía de Investigaciones, fueron individualizados tres detenidos que fueron sindicados como los autores de los 20 llamados extorsivos en los cuales se atribuían ser sicarios de la banda de Los Monos para, bajo amenazas de balear la casa o secuestrar a algún familiar, exigían la entrega de dinero, de la vivienda o la escritura de la misma.

En diálogo con Conclusión el comisario Fernando Ochoa, a cargo del operativo, confirmó que “luego de una investigación y como resultado de escuchas telefónicas se realizó un allanamiento en el pabellón 3 de la Unidad Nº 11 de Piñero donde fueron identificados tres internos que realizaban llamados extorsivos”.

En el allanamiento que “se realizó en los tres calabozos donde se encontraban alojados los internos se secuestraron teléfonos celulares, cargadores, baterías, chips y cuadernos con anotaciones donde figuraba un listado de teléfonos fijos”.

El material secuestrado “será remitido para realizar las pericias correspondientes para verificar si coinciden con los teléfonos de las personas que denunciaron ser víctimas de estos hechos”, agregó el comisario.

En tanto, “los detenidos que purgan condena por delitos de homicidio y robo calificado fueron removidos del sector donde se encontraban y los trasladaron a otras celdas pero dentro de la misma unidad penal”, indicó el funcionario policial.

Por otra parte, Ochoa aclaró que “los detenidos serán imputados por los delitos de extorsiones reiteradas y amenazas coactivas”.

La investigación surgió a partir de veinte denuncias de llamados extorsivos, donde los delincuentes se atribuían ser sicarios de la banda de Los Monos y le exigían a sus víctimas la entrega de la escritura de la casa, o los amenazaban con balear la casa o matar a algún familiar.

El comisario Ochoa aseguró que “está comprobado que los detenidos que realizaban los llamados no tienen ninguna vinculación con la banda de Los Monos”, finalizó.