«Yo quiero decir que soy inocente y que las cosas que secuestraron mía no son». Esa fue la escueta declaración que el joven de 19 años, señalado como uno de los líderes de la banda de los Funes, se permitió frente al juez Héctor Nuñez Cartelle minutos antes de que el magistrado dictara la prisión preventiva para él y su pareja, Jorgelina S.

La saga de Alan Elio Funes tuvo un nuevo capítulo este jueves en los Tribunales Provinciales de Rosario. Las fiscales Geogina Pairola, de la Unidad de Homicidios Dolosos, y Gisela Paolicelli, de Investigación y juicio le imputaron diez diferentes cargos, entre ellos: ser parte de la asociación ilícita, presuntamente liderada por René Ungaro y Lautaro «Lamparita» Funes, amenazas simple en calidad de autor y en grado consumado, homicidio agravado por arma de fuego en grado de tentativa y portación de arma de fuego en carácter de coautor, portación ilegitíma y tenencia de arma de fuego de guerra, ambos en calidad de autor y en grado consumado, homicidio agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa, abuso de arma de fuego y homicidio agravado por el uso de arma de fuego en carácter de coautor.

En tanto, su pareja, Jorgelina S., alias «Chipi», cuyo nombre aparece repetidamente en las conversaciones grabadas producto de las intervenciones telefónicas, fue imputada como partícipe del homicidio de Marcela Díaz y por formar parte de la asociación ilícita.

Ambos cumplirán prisión preventiva sin plazos, Funes continuará en Piñero y Jorgelina S. en la cárcel de mujeres. Por su parte, su deensor, Juan Pablo Audisio reveló a Conclusión que, en relación a la joven, apelará la medida, puesto que tiene una bebe de 8 meses y esté en período de lactancia.

Evidencias

En las extensas exposiciones de las fiscales, se revelaron varios datos de suma importancia. El más relevante, en virtud de la imputación por homicido que pesa para la pareja. es que la bala que acabó con la vida de Marcela Díaz coincide con el arma escondida debajo bidet del departamento en el que fueron hallados Alan y Jorgelina.

Las fiscales leyeron parte de la declaración de Nahuel G., quien se encontraba con la mujer el día en que fue asesinada y que sobrevivió al ataque a pesar de haber recibido seis disparos. En dicho testimonio, la pareja de Díaz relató que «los únicos que estaban en elVolkswagen Suran color gris eran Alan Funes y su mujer». Según el relato, el joven disparó desde el auto y después se bajó y le siguió disparando. «Él se bajó primero y después se bajó ella también a los tiros. Cuando terminaron, se subieron los dos y se fueron». Durante su testimonio, Nahuel G. reveló que el día del ataque se enteró que iba a ser papá, se lo contó Marcela Díaz, y le dijo que «se había hecho un evatest y le dio positivo».

En un ataque anterior, en el que resultó herido el hijo de Marcela Díaz, Milton Romero, también fue usado un vehículo de iguales características. Las funcionarias judiciales dieron a conocer la declaración realizada por el joven, señalando que el mismo, al igual que su novia se encuentran sumanente atemorizados y escondidos. Dicho ataque a balazos, a causa del cual el joven quedó parapléjico, se produjo a fines de diciembre. Ese día dispararon contra Milton y su novia. En un primer momento ambos declararon que había sido un robo, ya que los atacantes se llevaron la moto del joven y dejaron una vieja en el lugar. Sin embargo, en el escrito presentado por la letrada que los representa, ambos rectificaron esa declaración y dijeron haber sido atacados por Alan Funes desde un Suran gris.

 

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Por su parte, el defensor se opuso a las imputaciones y  cuestionó los cargos . Se refirió al ataque contra Milton Romero, recordando que en las actas de procedimiento la pareja siempre sostuvo la  versión de un robo.