Este lunes, el tribunal integrado por los jueces Ismael Manfrín, Facundo Becerra y Juan Carlos Curto condenaron a prisión perpetua Andrés Soza Bernard y a Omar Darío Mortier por considerarlos responsables del homicidio de Fabricio Zulatto, el joven de 21 años quien fue ejecutado de tres tiros en la cabeza y enterrado en la letrina de un búnker en Génova al 2100 en agosto de 2016.

La fiscal Georgina Pairola, a cargo de la acusación, se mostró conforme con la sentencia y explicó que ambos imputados fueron condenados por los cargos de homicidio calificado por promesa remuneratoria agravado por el uso de arma de fuego. Ambos participaron de igual forma

«Fabricio desaparece el 9 de agosto de 2016 -relató Pairola- y nosotros establecimos que la muerte ocurrió esa misma tarde». «Al día siguiente se observa en un video a una persona que deja el auto de Fabricio en la zona de Suipacha al 700, también en horas de la tarde» rememoró la funcionaria judicial. Y detalló que a partir de esa filmación se pudo saber, una semana después aproximadamente, «que esa persona que deja el auto era Andrés Soza Bernard»

«Esa madrugada, la noche del 10 para el 11, ingresa a la Fiscalía la información de la posible ubicación del cuerpo y también el dato de que una de las personas responsables de el crimen era alguien apodado Pilo, que luego resultó ser Omar Darío Mortier», recordó Pairola. «Y esa misma madrugada se hicieron allanamientos esa, se lo detuvo y poco después se detuvo a Soza Bernard».

En cuanto a la teoría de la Fiscalía, Pairola explicó que «siempre fue que hubo una discusión entre Fabricio y Soza Bernard». «No sabemos si llegó al grado de discusión, porque fue un período muy breve, unos pocos minutos que tardaron en trasladarse cinco cuadras, y en ese momento Fabricio hizo un comentario que encendió la ira de Andrés Soza Bernard. Es una persona irascible, ya lo había demostrado en un crimen anterior, y esto hizo que se ponga en marcha un plan criminal».