El 31 de octubre de 2020, Agustín y Gastón Jaime habían pasado todo el día en la casa de su papá, en la zona sudoeste de Rosario. Alrededor de las 23.30 decidieron ir a comprar unos choripanes para cenar. Sin embargo, no lograron llegar a destino. Fueron interceptados por dos hombres en auto que los acribillaron a balazos. Por ese crimen, fue imputado este viernes Diego Roberto Z., quien iba conduciendo el vehículo.

El crimen

Agustín, de 16 años, y Jaime, de 24, se montaron en una moto Yamaha Crypton para recorrer las cuadras que los separaba del negocio donde pretendían comprar los choripanes pero, en Castellanos y 24 de septiembre fueron interceptados por un Renault Clío gris, del cual se bajó un hombre que les disparó entre ocho y 10 tiros.

Agustín, que iba de acompañante, cayó gravemente herido y falleció en el lugar. Su hermano, también herido, logró seguir algunas cuadras más, por Castellanos hasta Saavedra, donde perdió el control del rodado, chocó contra un auto estacionado y murió.

Tras una larga investigación, conducida por el fiscal Alejandro Ferlazzo, el pasado martes fue detenido Diego Roberto Z., sindicado como el conductor del Clío. La detención se produjo tras una serie de allanamientos realizados por la Agencia de Investigación Criminal, en zona de Castellanos al 3600 y al 3900.

Este viernes se realizó la audiencia imputativa y el juez Pablo Pinto dictó para el acusado prisión preventiva por dos años. En tanto, el autor material de los disparos, identificado como Juan Cruz M., se encuentra preso por pedido de la fiscal Marisol Fabbro vinculado a otra causa, además de estar ambos mencionados en una balacera contra tres personas, cometida al día siguiente, en la misma zona.

La causa

La investigación cuenta con varios testigos de identidad reservada, dado que son vecinos y conocidos que pertenecen al mismo barrio que las partes en conflicto. Uno de ellos, que conoce a los imputados, declaró haber recibido una llamada de Diego Z. avisándole que “tenga ojo que habían matado a dos”.

Otro testigo declaró haber escuchado que el atacante les gritó “te dije chorro de mierda que te iba a agarrar”, lo que estaría vinculado con el móvil del crimen: una discusión previa con los hermanos por haber robado a una señora en Viedma y Santa Matilde.