Un hombre de 67 años pastor y líder de la congregación religiosa Pueblo de Dios, fue imputado y quedó en prisión preventiva acusado de haber cometido múltiples ataques sexuales contra víctimas menores de edad, ataques que se habrían perpetrado en la sede de la Casa de Oración, en Santa Fe, y en el auto del pastor.

Las fiscales Alejandra del Río Ayala y María Celeste Minniti solicitaron la medida cautelar luego de la audiencia imputativa realizada este domingo. En la misma Del Río Ayala le atribuyó al imputado los delitos de abuso sexual con acceso carnal calificado (por ser ministro de culto) en perjuicio de tres de las víctimas; abuso sexual simple reiterado y calificado (por ser ministro de culto) en perjuicio de dos víctimas; y abuso sexual gravemente ultrajante calificado (por ser ministro de culto) en perjuicio de otra víctima. Además, en relación a los hechos cometidos en perjuicio de cuatro de las seis víctimas, las fiscal también le imputó la autoría del delito de promoción a la corrupción de menores agravada (en dos casos por amenazas, en otro por abuso de autoridad y en el tercero por violencia). Todos los hechos fueron endilgados en concurso real.

Crímenes aberrantes

La Casa de Oración donde el líder religioso, a quien los fieles llamaban «Hermano Tito», cometía los abusos se encuentra ubicada en Gorriti al 4600, en la ciudad de Santa Fe.  Es una congregación que cuenta con  diversas actividades culturales y recreativas para niños, niñas y adolescentes. Allí hay pabellones donde los chicos que frecuentan la comunidad religiosa pernoctaban con regularidad. En el lugar también vivían niñas, adolescentes y mujeres mayores de edad.

“Los abusos que investigamos fueron cometidos en reiteradas oportunidades entre 2015 y 2017 en perjuicio de seis niñas y adolescentes, todas menores de edad al momento de sufrir las agresiones sexuales”, detallaron la fiscales Del Río Ayala y Minniti.

Las funcionarias relataron que “las víctimas eran agredidas cuando se quedaban a dormir en la sede de la congregación religiosa ubicada en la avenida Gorriti al 4.600 y también al momento de ser trasladadas por el imputado en un vehículo particular”.

El modus operandi del agresor consistía en alejar a las niñas de sus familias, quienes confiaban en él por su posición de líder religioso. Para ello, los convencía de que “para pertenecer a lo que se denomina ‘Juventud’, las niñas debían ordenarse, usar velo y pollera y quedarse a vivir en ese lugar».

Tal como se fue revelando a través del relato de las víctimas, todas las integrantes del grupo Juventud dormían juntas en un pabellón, pero regularmente el “Hermano Tito” se llevaba a algunas niñas a dormir a su casa, ubicada en el predio de la congregación. Pero no sólo allí eran abusadas por su líder, sino que el pastor aprovechaba los viajes que realizaba en su auto cuando llevaba a las víctimas a una granja que el Pueblo de Dios tiene en la ciudad de Recreo.

Según detallaron las fiscales, “el hombre investigado cometía los ilícitos a pesar de la resistencia de las menores». «En algunos casos utilizó violencia para neutralizar a las niñas, en otros lo hizo abusando de su autoridad religiosa y en otros las amenazó con suspenderlas en la práctica religiosa si no aceptaban ser abusadas”.

Los testimonios de las víctimas dieron cuenta también de los castigos a los que se exponían si no se hacía lo que el «Hermano Tito» decía. Cuando desobedecían eran privadas de las actividades recreativas y para superar esos castigos debían someterse a largos ayunos y en algunos casos, encierros.

“La modalidad del abuso, el contexto religioso en que se produjeron y la diferencia de edad entre el imputado y las víctimas, tienen entidad suficiente para interferir en el libre desarrollo sexual de las menores”, concluyeron Del Río Ayala y Minniti.

Denuncia

La primera denuncia contra el líder de la comunidad fue radicada en abril de 2018, cuando el padre de dos niñas que vivían bajo la guarda del «Hermano Tito» lo acusó de abusar sexualmente de sus hijas. Según publica el portal AireDigital el hombre «presenció cómo su hija hacía una manifestación en un control ginecológico sobre alguna experiencia sexual con el acusado».

Poco antes, algunas de las víctimas habían comenzado a contar lo que ocurría en la intimidad de la congregación a las mujeres adultas que convivían con ellas. Hasta que el velo cayó totalmente.

Luego de la audiencia en la que se dictó la prisión preventiva del imputado,  las fiscales Del Río Ayala y Minniti explicaron que “tal como planteamos desde la Fiscalía, el juez entendió que hay riesgos procesales concretos”. «En este caso se acrecientan por la pertenencia institucional que tiene el imputado y porque al enterarse de la investigación que estábamos haciendo, se fue a otro país y mantuvo vínculos con el líder mundial del culto al que pertenece”.

En ese sentido, vale destacar que el imputado viajaba asiduamente a Paraguay donde se encuentra la sede de la congregación y donde solía llevar a las menores para festejar una ceremonia del estilo de la Pascua cristiana. De hecho, el «Hermano Tito» fue detenido en la ciudad de Puerto Iguazú el domingo 27 de octubre, a raíz de una orden de detención librada desde el Ministerio Público de la Acusación.

Las fiscales destacaron el trabajo de inteligencia, al que calificaron de «muy prolijo» y que estuvo a cargo de  «la subinspectora Laura Nicola y de la oficial Silvana Lardito de la Agencia Provincial de Investigaciones sobre Trata de Personas de la policía de la provincia de Santa Fe”.

Además, las funcionarias subrayaron que “en caso de que el imputado hubiera recuperado su libertad, se hubieran generado riesgos para la investigación debido a que sigue en curso y surgieron nuevos testimonios de otras víctimas”.

Más víctimas

Luego de la audiencia, las funcionarias del MPA informaron que “si bien la imputación que realizamos es por delitos en perjuicio de seis menores de edad, de la misma investigación surgieron otras victimas y ayer ya se tomaron algunos testimonios que iremos añadiendo a medida que vayamos avanzando en la causa”. También aclararon que “hay algunas de ellas que siguen siendo menores de edad, de manera que las escucharemos en Cámara Gessel”.