Este lunes fue imputado el conductor de la camioneta Kia Sorento que embistió al repartidor Hernando Fredes en el túnel Celedonio Escalada. Tras el choque, el acusado abandonó el auto y se dio a la fuga caminando.

En la audiencia imputativa de este lunes, Fiscal Dr. Walter Juarado de la Agencia de Siniestralidad Vial y Delitos Culposos le atribuyó a G.A el delito de “lesiones graves culposas agravadas por darse a la fuga y no socorrer a la víctima”.

El imputado circulaba por Pasaje Celedonio Escalada, en sentido de circulación de Norte hacia el Sur, al mando de un vehículo marca KIA modelo Sorento, aproximadamente a unos 50 metros antes de llegar a la intersección con calle Pichincha, próximo a la curva, invadiendo el carril contrario, impacta con el frontal izquierdo de su vehículo, una motocicleta marca Honda modelo TITAN que era conducida por Hernando Fredes, quien tras el choque quedó tendido en el piso con heridas graves.

Pese al impacto y ser consciente de lo sucedido, G. A. no detuvo la marcha inmediatamente, sino que lo hizo a unos 50 metros aproximadamente sobre la calzada de calle Pichincha y abandonó el lugar del hecho dándose a la fuga.

Luego, en la intersección calle Jujuy y Rodríguez personal policial de la Brigada Motorizada lo detuvo gracias a testigos que presenciaron el siniestro y denunciaron que se encontraba en estado de ebriedad.

Por un acuerdo entre la querella, la defensa y la fiscalía, el acusado seguirá en libertad y se dictaron medidas alternativas ordenando 90 días de inhabilitación para conducir todo tipo de vehículo motor, entrega de carnet de conducir, prohibición de salir del país, una caución de 30.000l dólares, la entrega del pasaporte y una firma cada 15 días en la Oficina de Gestión Judicial.

Hernando Fredes tiene 49 años y desde hace unos 28 esta a cargo del carro de comidas ubicado frente al club Gimnasia y Esgrima. En la pandemia, ante la imposibilidad de abrir el negocio, se alistó en la aplicación Pedidos Ya y comenzó a hacer delibery. El día del siniestro se encontraba volviendo de hacer repartos como lo hacía todos los días desde el mediodía hasta las 21 horas.

Por la violencia del choque, el repartidor sufrió la rotura de huesos del tórax, desde la cadera al cuello, aplastamiento de la caja torácica, tiene los pulmones astillados, una vértebra lumbar rota y un hueso le rozó el corazón. Está internado con asistencia respiratoria y en estado delicado.