Durante la tarde de este martes se realizó en el Centro de Justicia Penal la audiencia imputativa a Pablo, M., uno de los hombres acusados de participar de una picada que se cobró la vida de un padre y su hijo en Avenida del Rosario y Ayacucho, donde se le dispuso la prisión preventiva y se ordenó la apertura de su teléfono celular para la toma de pruebas. 

Los fiscales de la Unidad de Homicidios Culposos que investigan el caso, Walter Jurado y Valeria Piazza, brindaron una conferencia de prensa donde informaron que Pablo M. fue imputado por homicidio simple con dolo eventual, un delito que puede ser penado con 8 a 25 años de prisión.

“La fiscalía trajo mucha evidencia. Faltan muchas medias por tomar, básicamente pericias que van a dar más detalles de lo sucedido. Se pudo acreditar que ambos autos venían circulando a 132 kilómetros por hora, que en ningún momento frenaron y que pasaron el semáforo que se encontraba en intermitencia en rojo”, dijo ante los medios, entre ellos Conclusión, la fiscal Piazza.

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Además, informó que aún no se pudo imputar al otro conductor –quien manejaba el Renault Sandero que chocó contra el Citroën C3 donde se trasladan las víctimas- ya que éste se “encuentra en terapia intensiva con una sepsis”.

“Quedó acreditado que ambos imputados era amigos, que venían de una cena juntos y que se iban a la casa de Pablo M. a jugar a la play”, agregó la funcionaria del Ministerio Público de la Acusación (MPA).

Finalmente, aclaró que Fiscalía pidió la prisión preventiva ya que “ante una pena tal alta, que va entre los 8 y los 25 años de prisión, puede haber peligro de fuga y entorpecimiento probatorio”.

La postura de la defensa

Durante la audiencia imputativa, el abogado defensor de Pablo M. aseguró que “la Fiscalía ha hecho una audiencia para otro imputado” y manifestó que “todo lo que se ha manifestado no le es atribuible a Pablo M.”.

Por otro lado, enumeró que al acusado se le imputaron una serie de inconductas como “ir a una velocidad inusitada, realizar pruebas de destreza y de velocidad. Dicen que no frenó en Ayacucho, que había un semáforo intermitente en rojo y que no frenó, y luego dice que el vehículo que conducía el acusado rozó el vehículo de las víctimas y provocó un giro, causando la muerte del padre y del hijo y las lesiones a la madre”.

Sin embargo, el letrado refutó estas acusaciones al asegurar que existe un video “muy nítido” del choque, donde se ve que “no existe ningún tipo de roce ni de giro”, y aseguró que también hay un fotograma “que muestra una distancia considerable entre el vehículo blanco y el de la víctima”.

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Además, el abogado habló de un informe realizado por Fiscalía, donde se establece que el Citroën C4 tenía algunos daños en su parte lateral. Sin embargo, el defensor descartó que estas averías se hayan producido por el choque y explicó: “Hubo una denuncia que se ha hecho en el Ministerio de Seguridad, con fecha del 12 de febrero, de un accidente de este Citroën C4 con un automóvil Ford Focus, donde se produjeron esas abolladuras y cuestiones que marcan el informe técnico”.

En tanto, el letrado cuestionó que se impute a Pablo M. por homicidio simple con dolo eventual en calidad de autor y determinó que en este caso corresponde sólo la acusación de dolo. Además, indicó que la “conducta que se le atribuye haber desplegado no tiene relación directa con el resultado”, por lo que la figura de autor, siempre según el letrado, tampoco correspondería.

Luego de que los fiscales pidieran al juez del caso que se dicte la prisión preventiva para el acusado y solicitaran la apertura de los celulares para peritaje, la defensa de Pablo M. resaltó que “no hay evidencias” de que se haya tratado de una picada.

“La mal llamada picada está instalada por la Fiscalía. No trajo ninguna evidencia, más allá de la velocidad, que claramente el C4 venía circulando en exceso de lo permitido, pero más allá de eso, no trajo ningún elemento que pruebe la picada”, apuntó el abogado.

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Y agregó: “El único video que habría advertido el inicio de esta secuencia, muestra a tres autos en fila, a paso de hombre y doblando por una arteria. No sé de dónde sacan que corrían una picada porque ninguno de los testigos ha manifestado esa situación”.

“Queremos que la figura por la que se impute se encuadre en el Código Penal y no en una que invente la Fiscalía. Con la apertura de celulares se les pasó el tiempo. No creo que sea el momento oportuno, es un pedido fuera del objeto de esta audiencia”, disparó el letrado.

Ante esta acusación, la fiscal Piazza respondió: “El defensor dice que no tengo evidencia, pero tengo un testigo que acreditó las picadas”.

Los argumentos del juez

Cuando la audiencia imputativa llegaba a su fin, el juez Facundo Becerra, que evalúa el caso, determinó que “la evidencia que trajo la Fiscalía, por lo pronto, permite sostener esta apariencia de responsabilidad del señor Pablo M.” en el siniestro.

“La defensa afirma que no existió tal roce, pero ese giro es afirmado por alguien que estaba a bordo del vehículo y que fue la única persona que no perdió la vida y que pudo dar su testimonio respecto a esta vivencia”, agregó el magistrado, en relación al testimonio de la madre y esposa de las víctimas.

Por otro lado, destacó que la teoría de que el siniestro se enmarcó en una picada entre el Citroën C4 y el Renault Sandero tiene “asidero en relatos de testigos y en datos objetivos que trajeron a esta audiencia”.

“La Fiscalía le ha imputado la comisión del delito de homicidio simple con dolo eventual. A partir de esta acusación, se estima que el señor Pablo M. tuvo en esta prueba de destreza que realizaba una determinada representación de la posibilidad de un resultado lesivo o fatal, y que pese a ello asumió esa posibilidad que previamente se representó”, explicó el magistrado.

Y afirmó: “Estamos frente a un hecho de gravedad. Ni aún en un escenario más favorable para el imputado podría aventurarse o proyectarse la posibilidad de una condena de ejecución convencional”.

Además, adelantó que en caso de haber una condena, la misma será de cumplimiento efectivo.

El caso

El hecho por el que se imputó a Pablo, M. ocurrió en las primeras horas del sábado 20 de marzo, en Avenida del Rosario y Ayacucho, cuando aparentemente este sujeto, que conducía un Citroën C4 blanco, realizaba pruebas de velocidad y destreza junto a un Renault Sandero, manejado por Germán S.

Ambos vehículos se desplazaban por Avenida del Rosario y, cuando quieren cruzar Ayacucho, el Sandero chocó de lleno a un Citroën C3 que se desplazaba a baja velocidad por ésta última calle, el cual, segundos previos, había sido esquivado por Pablo M.

En el Citroën C3 viajaban David Pizzorno, de 43 años, su hijo Valentino, de 8, y la madre y esposa de ambos. Los dos primeros fallecieron en el acto, mientras que la mujer resultó con serias heridas.

Pablo M. resultó ileso pero fue detenido en el momento, mientras que Germán S. debió ser hospitalizado por las heridas sufridas en el choque. Sin embargo, cuando su estado de salud mejore también se le realizará la audiencia imputativa.