El Tribunal Federal que juzga a algunos de los señalados como líderes de la banda Los Monos y sus respectivas parejas por tráfico de estupefacientes, junto a otros 35 imputados, resolvió este lunes rechazar los pedidos de nulidad planteados por las defensas, en tanto criticó severamente la actitud de los letrados defensores advirtiéndoles tanto a ellos como a los imputados que se abstengan de todo tipo de maniobras dilatorias durante el debate.

Por su lado, «Guille» Cantero y «Ema» Chamorro hablaron a su turno  y le hicieron saber a los jueces que sus detenciones en Ezeiza los perjudica en cuanto al contacto con sus familias y a la brevedad del tiempo dispuesto para las visitas. «Hace tres meses que no veo a mis hijos», se lamentó el «Guille» y luego pidió ser eximido de presenciar las audiencias.

Por otra parte, Chamorro también lamentó el régimen de visitas pero hizo saber a los jueces que «este juicio es muy importante» para él y que implica un antes y un después en su vida».

Rotundo no a los pedidos de nulidad

En su resolución, el Tribunal que preside el juez Carlos Vázquez e integran Osvaldo Facciano y Eugenio Martínez, manifestó que los planteos de Carlos Edwards, de nulidad genérica y absoluta, a los que adhirieron la mayoría de los letrados de la defensa, son una reedición de un planteo ya formulado y resuelto con anterioridad. Dichos planteos habían tenido dos ejes, la ausencia de los imputados en la sala de audiencias y la falta de un funcionario judicial en el recinto del Penal de Ezeiza donde los detenidos presencian el juicio.

Además, los magistrados señalaron que no existe en el Código Procesal Penal ninguna norma que establezca la presencia del acusado en la sala de audiencias sino que en las garantías  de defensa en juicio puede inferirse el derecho del mismo de presenciarlo, lo que puede hacerse adecuadamente por la vía de la videoconferencia, que les permite ver y escuchar todo lo que ocurre en la sala y comunicarse con los letrados defensores con el teléfono disponibles, siempre respetando el orden del desarrollo de la audiencia. Además, las normas procesales dan la pauta de que el derecho del acusado de presenciar el juicio puede ser limitado o acotado por orden y seguridad de la sala de audiencias y que en el transcurso del debate, los imputados podrán solicitar todas las aclaraciones necesarias, siempre que sean concernientes a su defensa. El presidente impedirá toda divagación y podrá alejarlo de la audiencia si persistiera en ello. «Si el Tribunal tiene la facultad procesal de expulsar a los acusados de la sala, que en los hechos significaría que no puedan presenciar el debate, bien tiene la facultad de hacerlos presenciar el debate por videoconferencia», especificaron los magistrados en su resolución.

En cuanto al planteo de nulidad por la ausencia de un funcionario judicial en la sala del penal de Ezeiza, el Tribunal lo rechazó de lleno  porque consideraron que el mecanismo de la videoconferencia es viable y garantiza los derechos de los acusados, tal como lo resolvió en acordada la Corte Suprema de Justicia. En ese mismo sentido, dicha acordada hace referencia a la presencia de un funcionario, pero en ningún momento se habla de un funcionario judicial. «En la sala anexa del servicio penitenciario federal hay tres funcionarios debidamente identificados que garantizan la regularidad del proceso», señalaron los jueces.

Por último, los magistrados lanzaron una dura advertencia contra los letrados defensores en cuanto a su comportamiento dentro de la sala y a los incidentes ocurridos el viernes en Ezeiza que interrumpió el juicio en distintas oportunidades.  «Estos hechos obligan al Tribunal a realizar un fuerte llamado de atención las defensas y a todos los procesados para que abstengan de realizar conductas dilatorias del debate. Tanto quienes se encuentran en la sala como los que presencian el proceso por videoconferencia deberán evitar la interrupción de los actos procesales que se vienen desarrollando».

Problemas con las visitas y las condiciones de detención: las quejas de Guille y Ema

«Estoy totalmente disconforme con el lugar en el que estoy alojado, estoy totalmente mal psicológicamente, estoy esposadolas 24 horas. Desde las 6, 7 de la mañana que nos levantan hasta las 7 de la tarde estamos sin comer. Y para comer nos meten en una jaula y nos dan un sandwich, un poco de agua y a la cucha de vuelta». Con estas palabras, Ariel Máximo Cantero se dirigió al presidente del Tribunal Carlos Vázquez para contarle como eran las condiciones de detención y pedirle además que arregle la situación de las visitas ya que hace tres meses que no ve a sus hijos.

Tal como el proceso judicial lo estipula, luego de la lectura de la elevación a juicio y la resolución de los planteos, debe procederse a la identificación de los imputados, momento en el cual los mismos pueden declarar. Ese fue el momento que «Guille» aprovechó para expresarle al juez la sitaución de los detenidos y pedirle, además que lo exima de estar presente en las audiencias

«Yo no quiero estar presente en el juicio y quiero saber si puedo volverme a Chaco donde estaba detenido, porque allí podía recibir las visitas de mis familiares y de mis hijos.  Hace tres meses que no veo a mis hijos, cuando estaba en Chaco, los horarios de visitas eran de 9 a 17, en cambio aquí en Ezeiza sólo pueden venir de 15 a 17. Yo no puedo hacer viajar a mi familia hasta Buenos Aires para una visita de dos horas.  Por eso le pregunto si puedo volver a Chaco, para poder ver a mis hijos, que son chicos y hace tres meses que no los veo», explicó.

Vázquez le respondió que su defensor hizo todos los planteos a los que él estaba refiriendo, pero el Tribunal resolvió negativamente porque durante la realización de juicio debe permanecer en Ezeiza. «No puede volver a Chaco hasta que este juicio no termine», respondió Vázquez.

«Entiendo su planteo, pero no le puedo dar otra solución, se dan estas medidas distintas de alojamiento, mientras se realiza este juicio, por todas las circunstancias relacionadas a la seguridad y por eso imposible sostener la frecuencia que usted tenía antes en las visitas».

Una vez finalizado el intercambio, Vázquez aceptó eximir a Ariel Máximo Cantero de presenciar las audiencias mientras no se lo requiera.

«Mi futuro está en sus manos»

A su turno, Jorge Emanuel Chamorro, dijo que no quería declarar pero que sí deseaba hacer una manifestación.  «A mi me interesa mucho este juicio, es muy importante para mi vida y para mi familia. Es un antes y un después y lo necesito como ser humano y como padre de mis hijos. Tengo toda la predisposición para participar de este juicio y estar presente, pero no puedo ver a mi familia, no puedo ver a mis hijos, no puedo hablar con mi abogado, no tengo derecho a una defensa como se debe… bueno, mi futuro está en sus manos».

«Todo este proceso me causó un daño tremendo, estuve en coma y ese es el motivo de la secuela que me quedó, la epilepsia y las convulsiones, una secuela física tremenda», se lamentó. Además, denunció que no se respetaron sus derechos en todo el tiempo que estuvo detenido. «No pude terminar el 5º año del secundario a pesar de que quería hacerlo, no me dejaron trabajar, siempre estuve aislado y se me cortaron los vínculos familiares. Cuando estuve internado no le dieron permiso a mi pareja para que me visiten y no pude ver a mi familia desde que estoy acá».

Una vez que termine la etapa de identificación de los 39 imputados, comenzará el proceso propiamente dicho, con los primeros testimonios. Se estima que eso será este martes o miércoles.