Nicolás cumplió 30 años el 2 de enero en la cama de un hospital. Es que lo que para él era un fin de año en su país y rodeado de su familia, se volvió una pesadilla cuando cuatro pibes lo bajaron a los golpes de la bicicleta y lo dejaron malherido en el piso. En medio del ataque, mataron a su perro.

“Le quitaron toda su vida, su bicicleta y a su mejor amigo”, expresó a Conclusión Fabio Bonamico, papá del chico asaltado.

Nicolás Bonanico tiene 30 años, recorría Latinoamérica con su rodado y Teo, su perro salchicha. En medio de su viaje, el joven rosarino decidió pasar Fin de Año en su país y retomar su viaje en el mes de marzo. Llegó unos días antes y cuando ese mismo 31 de diciembre se dirigía para Funes, de la misma forma que recorrió parte del mundo, cuatro jóvenes le frenaron el camino.

Sufrió múltiples escoriaciones, cuatro fracturas en la pelvis y la rotura del cuello de la vejiga cuando de un palazo y a las piñas lo tiraron de la bicicleta. En ese momento y con él indefenso en el piso, pasó un auto que, al esquivarlo, mató a su perro.

Nicolás fue socorrido por los vecinos de la zona de Santa Fe al 5100 quienes se encargaron de quedarse con él hasta que llegara la ambulancia y mantuvieron en resguardo el resto de sus pertenencias.

En medio de todo el tumulto de gente, según contó a este medio Fabio, los que atacaron a Nicolás tiraron la bicicleta a pocos metros del lugar y al rato la policía de la Comisaría 12ª les informó que estaba ahí junto al resto de sus pertenencias. Aunque cuando al día siguiente el padre fue a retirar las cosas, la bicicleta ya no estaba y en la billetera del joven faltaban 1100 pesos que luego fueron repuestos por el nuevo comisario de la Seccional.

“No lo puedo creer, encima de todo la policía nos roba, hubiese preferido que se lo lleven los pibes que le robaron”, manifestó Fabio y remarcó: “Vivimos en un sistema de mierda. No puedo negar que a veces siento el deseo de matar al que le hizo esto a mi hijo, pero puedo entender que viene de una mala familia, que sólo aprendió a robar, o tal vez lo violó, pero que un policía, que tiene estudios, que tiene laburo, que está para protegernos nos robe, realmente da asco”.

Para colmo, según contaron los vecinos, quienes atacaron a Nicolás son conocidos y tiene aterrado al barrio. Les dicen “los cuatro largos”, pertenecen a una familia de la zona y uno de ellos estaría «entongado con la policía».

Hoy el joven se encuentra internado e inmovilizado debido a la gravedad de sus heridas. Cumplió los años internado y su recuperación, de acuerdo a lo que informó su papá, llevará unos cuantos meses.