El jefe operativo de la Policía de Investigaciones y su hermano, principal colaborador, fueron detenidos este jueves acusados de ser cómplices de Esteban Alvarado, imputado como instigador del asesinato de Lucio Maldonado.

Se trata del comisario de Policía de Investigaciones (PDI), Martín Javier Rey, su hermano Marcelo Rey (ex Organismo de Investigaciones, o Policía Judicial), el subinspector Pablo Emilio Bancora, la suboficial del Comando Radioléctrico, Jorgelina Miriam “La Pepo” Cháves y un civil, Marcelo Nicolás O., alias «El Fino», que fueron detenidos por la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) y Policía Federal, este jueves.

Fueron acusados de integrar una asociación comandada por Alvarado, con un grado de participación en una saga de intimidaciones mafiosas que comenzaron en diciembre pasado y otros hechos violentos destinados a un lucro económico que se refleja en el importante patrimonio que le detectaron.

El comisario Martín Rey y su hermano Marcelo, oficiales jerárquicos con participación en importantes investigaciones del Ministerio Público de la Acusación, principalmente en las de delitos de Gravedad Institucional, fueron arrestados por la Dirección de Asuntos Internos en coordinación con la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) podrían ser imputados por integrar una asociación ilícita con Alvarado y por el incumplimiento de sus deberes de funcionario público. Los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra llevaron adelante la investigación y estuvieron a cargo de las acusaciones en la audiencia imputativa.

Por su parte, los fiscales que acusaron a Esteban Alvarado le atribuyeron la organización de las tres últimas balaceras contra el Poder Judicial.

Grupo organizado

De acuerdo a lo expuesto en la audiencia imputativa, se trataría de una banda de grandes dimensiones que articulaba con miembros de las fuerzas de seguridad. Según la acusación, Alvarado pagaba por protección a los policías. En los audios mostrados por Fiscalía en la audiencia se puede escuchar que Alvarado le abonada «50 palos» a los hermanos Rey. 

También disponían de teléfonos mellizos para derivar las comunicaciones a otros números.

Por otro lado, los acusados de la fuerza, según los audios, avisaban a los integrantes de la banda de Alvarado sobre los allanamientos que realizaría la PDI con el fin de evitar que se encuentren pruebas. Incluso, según se desprende de las comunicaciones aportadas por el fiscal, los acusados se encargaban de plantar pruebas para desviar la investigación por la Muerte de Maldonado contra quien Esteban Alvarado pretendía.

En febrero pasado, Esteban Lindor Alvarado fue detenido en un camping de Río Tercero, Córdoba, sospechado de estar detrás de importantes negocios narcos en la zona desde hace años y siendo intensamente buscado por el brutal homicidio del Lucio Maldonado, cuyo cuerpo fue encontrado en la zona de Circunvalación y Oroño en noviembre del año pasado.

Más precisamente, Alvarado, a quien le dictaron prisión preventiva en aquel mismo mes, fue señalado como el responsable del secuestro y asesinato de Lucio Maldonado, el prestamista cuyo cuerpo fue hallado el pasado 13 de noviembre. Este viernes fue imputado «jefe de la asociación ilícita en calidad
de autor». 

Maldonado estuvo desaparecido durante tres días y cuando lo encontraron tenía las manos atadas en la espalda y tres disparos en la nuca. Junto al cuerpo, se encontró un cartel con la leyenda: “Con la mafia no se jode”.

Los comisarios están sospechados de colaborar sistemáticamente con Alvarado, y es el segundo golpe en seis meses que la PDI realiza a su propia conducción, tras las determinaciones tomadas en noviembre pasado con el allanamiento del hogar del comisario Javier Makhat, jefe de Inteligencia del Área de Drogas de la PDI.