Foto: Twitter @JoseljuarezJOSE
La violencia no se da por vencida en la ciudad de Rosario y día a día las muertes desangran las calles de la ciudad. Esta vez, fue el turno de un joven de 29 años, que murió al recibir un disparo en la cabeza en inmediaciones de Avellaneda y Santa Fe. Los vecinos del barrio señalaron que se trataba de un cuidacoches que trabajaba en esa zona y le habrían disparado desde una moto en movimiento.
El crimen ocurrió alrededor de las 22. Un testigo directo relató a la policía que se encontraba cruzando Avellaneda cuando una moto que transitaba por la avenida giró bruscamente en U, se dirigió hacia donde se encontraba la víctima y, luego de discutir con él, sacó un arma y le disparó. El muchacho falleció en el lugar minutos después.
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Desde el Ministerio de Seguridad informaron que el joven, apodado el «Tucumano» fue identificado como Jorge Reynoso y que el fiscal Luis Schiappa Pietra ordenó su traslado el Instituto Médico Legal para que le realicen la autopsia.
La historia de Jorge Reynoso estaba signada por las carencias y la violencia. Semanas atrás había sido protagonista de las noticias policiales, luego de que lo detuvieran por robar pañales y leche maternizada en la farmacia que se encuentra en la misma esquina. Según su abogado, se trataba de un acuerdo entre él y los dueños del negocio, pero los empleados no le creyeron, se asustaron ante su actitud y llamaron a la policía. Reynoso terminó detenido porque ya contaba con otros antecedentes y liberado poco después dadas las circunstancias del hecho. Pero ni las breves crónicas rojas de los policiales ni los breves partes del Ministerio de Seguridad dan cuenta de la marginalidad, la violencia y la vida en las calles. Sólo las muertes.
