El pasado sábado, un taxista de 62 años quedó detenido acusado de ser parte de la logística con la que se llevó a cabo una entradera que tuvo lugar la semana pasada en zona de Iriondo al 1800 el martes 10 de mayo. El fiscal Rodrigo Urruticoechea le achacó el delito de robo calificado en carácter de partícipe primario y consideró que cuando los ladrones se daban a la fuga, no se subieron al vehículo en forma casual, sino que en todo momento estuvieron en comunicación con él via handy y los estaba esperando en Caferatta y Cochabamba.

Ese martes por la mañana, los dos ladrones irrumpieron en la vivienda ubicada en Iriondo al 1800 tras sorprender a la empleada doméstica en el momento en que llegaba a trabajar y amenazarla con armas de fuego. Una vez adentro, golpearon al dueño de casa con la culata de un revólver y redujeron a los hijos, que se encontraban en la planta alta.

Los obligaron a bajar, maniataron a todos y luego se apoderaron de una bolsa que encontraron en el dormitorio de la víctima, que contenía 61.500 dólares y 60.000 pesos. Además se llevaron relojes y cinco teléfonos celulares. Una vez que terminaron, salieron rápidamente de la casa y se dirigieron haca Caferatta y Cochabamba donde abordaron el taxi que manejaba José O.  El vehículo llevó a los asaltantes hasta la zona de Rauch y Casiano Casas donde, tras un tiroteo, fueron aprendidos ya que la policía logró rastrearlos por medio del GPS de los teléfonos robados. Uno de ellos quedó detenido y el otro aún se encuentra hospitalizado a causa de las heridas sufridas en el enfrentamiento.

En ese momento, José O, prestó su declaración y se fue a su casa. Sin embargo, con el devenir de la investigación, los investigadores encontraron ciertas inconsistencias y dos días después, la vivienda del taxista fue allanada y éste quedó detenido.

La teoría de la Fiscalía apunta a que el acusado estaba en connivencia con los ladrones y que los estaba esperando en Caferatta y Cochabamba para cubrir su huida. Algunos de los elementos que el fiscal Urruticoechea consideró para llevar adelanta la imputación, fue el secuestro de un handy, con el que se sospecha que el acusado se comunicaba con los ladrones para coordinar todos los movimientos y la impresión de Google Maps del rastreo del GPS.

Además, desde la Fiscalía remarcaron que el acusado hizo uso de la palabra durante la audiencia imputativa  y durante su alocución incurrió en  inconsistencias y contradicciones en su relato, comparado con el que brindó el día del hecho al personal policial en relación a su accionar a partir del abordo de las personas que ingresaron a la casa y del recorrido que realizó.

Con esas evidencias, el fiscal Urruticoechea consideró que José O.  «brindó la logística necesaria» para que el robo se concrete, ya que los asaltantes pudieron huir «valiéndose de la pantalla que les daba el vehículo para poder huir sin levantar sospechas» y lo imputó como coautor del delito. El juez Hernán Postma admitió el pedido de prision preventiva por el plazo de ley, mientras avanza la investigación.  

Se presume inocente

Entre tanto, la familia de José O. está convencida de que todo se trata de una injusticia. En su cuenta de Twitter, Lucas, hijo de José, manifestó que «su papá esta acusado de ser participe de algo que no hizo». «Él es un laburante, siempre lo fue toda su vida. Su inocencia se va a demostrar y toda la incompetencia de nuestros empleados públicos, fiscal y fuerza policial la van a pagar».

«El fiscal y el juez prolongan esta injusticia buscando algo que no existe. Hoy comprendí que hay que tenerle mas miedo a la «justicia» que a los delincuentes de a pie. Nunca imagine vivir algo asi», expresó Lucas O. en el hilo en el que defiende a su papá y asegura que van a demostrar su inocencia al tiempo que remarcó que presentaron varias pruebas a su favor y el fiscal las ignoró.