Una niña de nueve años recibió el impacto de una bala perdida en la rodilla derecha, cuando estaba sentada en la vereda de su domicilio, ubicado en Ituzaingó al 7100, en la zona oeste de la ciudad.

El hecho ocurrió en la noche del miércoles -cerca de las 21- cuando la niña, identificada como Keila S., de nueve años, estaba sentada en la vereda y de pronto comenzó a gritar de dolor y se desplomó en el piso, según relató su abuela.

Cuando la madre de la menor y su abuela se acercaron a ver qué había sucedido, observaron que la niña tenía dos orificios en su pierna derecha, a al altura de la rodilla, por lo que -entendieron- se trataba de la entrada y salida de un proyectil.

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La menor fue trasladada en el auto de un vecino al policlínico San Martín, ya que no había ambulancias disponibles cuando su familia realizó el llamado. Sin embargo, desde el centro de salud -donde le realizaron los primeros auxilios- la derivaron al Hospital de Niños Víctor J. Vilela.

La directora del Vilela, Viviana Esquivel, dijo al programa Zysman 830, que Keila ingresó al nosocomio «con una lesión en rodilla derecha. Se trata de una bala que dejó orificios de entrada y salida y que por suerte sólo afectó partes blandas. El proyectil no tocó el hueso ni el paquete vásculo nervioso».

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Esquivel anunció que la niña «esta fue de peligro» pero que continuará internada y en observación.

Si bien hasta el momento se desconoce desde dónde salió el proyectil, el hecho encendió nuevamente las alarmas, ya que se trata del tercer niño herido de bala en menos de dos meses, al considerar los casos de Benjamín Biñale, quien recibió el impacto de un proyectil en la cabeza mientras jugaba un partido de fútbol, y de Francesca, una bebé de un año y medio que recibió un tiro cuando su casa fue atacada a balazos.