Un hombre fue liberado después de haber estado preso una semana en una prisión cordobesa al ser confundido con un sindicado traficante de drogas apodado el «Gangoso», prófugo en una causa por el tráfico de 750 kilos de marihuana, porque ambos tienen la misma identidad, informaron fuentes judiciales.

Se trata de Daniel Lobos, un instalador de equipos de aire acondicionado, quien el viernes de la semana pasada fue detenido en su casa del barrio Vicor por efectivos de la Policía Federal, quienes buscaban a Daniel «Gangoso» Lobos desde febrero por el tráfico de ese cargamento desde Entre Ríos a Córdoba.

Tras la detención, la mujer del Lobos inocente comenzó un reclamo, insistiendo que su marido no era el «Gangoso», ya que no tiene ningún impedimento para hablar, como sí sufre el delincuente, y por eso el apodo que recibió.

El operativo en el que fue detenido el inocente fue realizado por el Comando Federal de Recaptura de Evadidos, que depende del Ministerio de Seguridad de la Nación, y fue avalado por el juez Alejandro Sánchez Freytes y el fiscal Gustavo Vidal Lazcano, ambos de Córdoba.

Después del arresto, Sanchez Freites se apartó y la causa recayó en el despacho de Miguel Hugo Vaca Narvaja quien dictó la falta de mérito del detenido y hoy lo liberó.

El abogado defensor, Juan Manuel Rivero, expresó que esperan el pronto sobreseimiento de su cliente y que demandarán al Estado nacional por el daño que sufrió.

Tras recuperar su libertad el hombre habló con Canal 10 y Radio Universidad de Córdoba, donde afirmó estar «muy dolido», y sentir que se le hizo «mucho daño», con la detención.

«Me sacaron de mi familia, de mis hijas. Nunca me opuse a nada, nunca me resistí. Fueron con mentiras, me invitaron y cuando accedí me dijeron que estaba detenido», agregó.

Lobos dijo que tuvo que esperar desde el viernes al lunes hasta que le dijeron que estaba detenido en una causa que «era grave, eran muchos kilos de droga». Recordó que los policías le «hablaban de quince a veinte años para arriba de prisión».

«Lo peor de todo es que todavía no saben decirme de quien fue el error, quién lo cometió», concluyó este hombre, padre de cinco hijas.