Otra vez, una fiesta clandestina debió ser desactivada por el equipo especial de Fiestas Clandestinas recientemente conformado. Esta vez, en la zona oeste de la ciudad, y unas 40 personas fueron demoradas y puestas a disposición de la Justicia.

A partir de una denuncia que llegó a la Secretaría de Control y Convivencia, un móvil policial llegó, alrededor de las 21.30,  a una vivienda particular ubicada en zona de Campbell y Santa Fe.

Los agentes se comunicaron con el jefe de la Unidad Regional II, Danilo Villán, y se procedió a articular un operativo con el fiscal Gustavo Ponce Asahad, quien ordenó que todas las personas presentes en el lugar fueran demoradas y se secuestraran todas las motos que estaban estacionadas en el lugar.

De acuerdo a lo detallado por las fuentes policiales, en el lugar funcionaba una sala de ensayo y habían montado una barra de bar.

Las personas fueron demoradas y se espera que, según lo adealantado por el fiscal Ponce Ashad ayer, en relación a otras situaciones similares, sean imputadas por incumplir las medidas sanitarias impuestas en el marco de la pandemia de coronavirus.