El ex presidente Alberto Fernández respondió este jueves a los ataques de su sucesor, Javier Milei, que lo trató de «títere» durante en una conferencia, y le recordó que su perro Dylan está vivo y no le anda dando consejos sobre cómo actuar en política.

«Si el presidente se refirió a mí llamándome ‘títere’ quiero decirle que no lo soy, no lo fui ni lo seré. También debe saber que mi perro no me aconseja (y está vivo), que las ‘fuerzas del cielo’ no me mandan señales y que mis acciones y reacciones son el resultado de la reflexión y no de alteraciones psicológicas», escribió el ex mandatario en su perfil de la red social X (antes Twitter).

De esta forma, el titular del PJ remarcó diferencias entre su mascota Dylan y Conan, el fallecido perro de Javier Milei que el actual presidente suele nombrar como si estuviese vivo y compartiera con él momentos en la Quinta de Olivos.

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Fernández reaccionó de esta manera luego de que Milei, al hablar durante una conferencia que brindó en la cena anual de la Fundación Libertad, lo trató de títere y cuestionó sus análisis económicos.

«Hecha esta aclaración -continuó Fernández-, y entendiendo que se ha referido a un video que subí a las redes en el que se señalaba quiénes ‘se beneficiaron del modelo empobrecedor del pasado’, debo decir que temo que el presidente se siga informando por Jumbo Bot».

«El programa acordado con el FMI establecía que en 2023 el Estado Nacional debía reflejar un déficit de 1,9%. Finalmente, como consecuencia de la sequía y sus efectos sobre la economía, el déficit fiscal fue del 2,7%. Esto significa que el desvío sobre el programa fue de 0,8 puntos porcentuales», expuso el ex presidente.

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En esa sintonía, destacó que aun en ese escenario la industria crecía; la desocupación era la más baja de los últimos 38 años; y la obra pública generaba desarrollo; la salud, la educación y la ciencia estaban financiadas por el Estado y conducidas por personas experimentadas en esas materias. Asimismo, rechazó totalmente la versión oficialista de que había una hiperinflación del 15.000% y un déficit del 15%.

«Algo más. No dije que su ajuste es insignificante; es inhumano, brutal y fundamentalmente innecesario. Lo insignificante es el falso resultado fiscal que dice haber logrado con semejante ajuste y que dio a conocer en una cadena nacional penosa. Basta de mentir, presidente. Ya está probado de que la mentira tiene patas cortas», remató Fernández.