Restauración fotográfica: Centro Cultural Argentino de Montaña

 

Cada 1 de julio, en Argentina se recuerda el paso a la inmortalidad del presidente que a mediados del siglo XX cambió la historia del país. Pero Juan Domingo Perón no fue solo eso.

Para variar del abordaje clásico que se le da a su figura, la de un genio político y estratega (más allá de las consideraciones ideológicas que quieran hacer unos u otros) hay otros aspectos de la vida de Perón que es interesante abordar.

En diálogo con Hugo López, en el programa Aquí, allá y en todas partes, de Radio Síntesis de Conclusión, el coronel retirado del Ejército Argentino, Carlos Pissolito repasó algunos aspectos olvidados del perfil militar del fundador del Movimiento Justicialista y algunas anécdotas clarificadoras al respecto.

“A Perón le pongo el grado de coronel, porque en realidad el ejército lo va a dar de baja con ese grado. En ese momento tenía varios cargos (secretario de Guerra, de Trabajo, vicepresidente), es dado de baja y confinado a la isla Martín García. Ante el clamor popular, el 17 de octubre, (el presidente Edelmiro) Farrel lo ascendió a General. Obviamente la baja no tiene vuelta”, dijo Pissolito.

El coronel retirado buscó aclarar las distintas vertientes ideológicas hacia adentro de la fuerza, en general asociadas al antiperonismo.

“El ejército tiene en su seno todas las tendencias. Hay peronistas, antiperonistas, esa es la realidad. Siempre digo y volviendo a las palabras del padre Múgica, y es lo que a veces me duele, no se lo critica por las cosas malas, sino por lo bueno y ahí es donde se comienza con el error. Podrá estar de acuerdo con muchas cosas o no, pero no se puede soslayar al Perón militar ni al conductor político. Viendo nuestra historia, es uno de los pocos que nos ha legado una doctrina y un modelo de país y pese a todos los avatares que ha sufrido el peronismo y el país, es prácticamente la única doctrina vigente o que todavía en alguna forma virtual o no virtual, como un cuerpo intangible ronda sobre la cabeza de los argentinos, ningún presidente ni siquiera (Julio Argentino Roca), han dejado esa posibilidad de poner en acto una doctrina en potencia, eso es muy poderoso.

Dos anécdotas

En ese sentido, remarcó la necesidad de rescatar “al Perón militar” al que, según relató, comenzó a conocer “por sus escritos, no los más famosos”. Para graficarlo, se explayó en dos anécdotas elocuentes.

“Siendo capitán, alumno de la Escuela Superior de Guerra, caen en mis manos los apuntes del Mayor Perón como auxiliar de la catedra de historia militar, de la cual dije, yo era cursante. Me lo pongo a ver y me gustó, y resulta que era tan bueno que tenía las preguntas y las respuestas que todos los profesores que pasaban por esa catedra le hacían a sus alumnos. Era un libro prohibido, no porque fuera escrito por él, sino porque si tenías eso aprobabas inmediatamente todo, era la posta. Por mi actitud semi rebelde, ese libro lo fotocopie y se lo repartí a mis compañeros. Cuando los profesores se enteraron me querían matar”, contó Pissolito.

Y agregó: “Perón, en su sentido práctico, ponía por ejemplo, Batalla de Tannenberg con una breve descripción, muy apta para militares, con las enseñanzas que se han extraído de ese combate, y hacia gráficos rápidos, con eso pasaba todas las pruebas.”

Respecto a la segunda anécdota referenciada, el ex militar contó: “Otra circunstancia, también extraña, yo recorriendo el sur de Chile, prácticamente donde termina, en Puerto Natales donde nació la madre de Néstor Kirchner, me meto en una librería pequeña, de esas de pueblos y me encuentro con un libro del Capitán Perón. No lo tengo porque lo regalé, bien regalado está, pero no se consigue, es un injunable, un diccionario escrito por Perón del araucano al español, edición chilena. Son los indios que cruzan la cordilleara. Eso me lleva a la pregunta de su supuesto origen indio, se ha fantaseado con que la madre era tehuelche. De ahí sus rasgos y cabellera”.

“A partir de estas instancias me voy interesando en Perón, no como el gran político que terminó siendo, sino con estas pequeñas grandes anécdotas que me hicieron ver que siempre fue un militar destacado. Desde pequeño ha publicado varios libros y siempre estuvo en la pluma literaria militar, eso le fue ganando un gran prestigio antes de hacer lo que hizo”, consideró.

Esquí argentino

“Tampoco se recuerda al Perón deportista. Siempre fue un gran deportista. De hecho siempre se lo puede recordar en las paredes del colegio militar, era esgrimista tirador de espada, reconocido en ese ámbito. Pero lo que yo conocí acá, por haber ocupado mismo puesto como 2do comandante en brigada de montaña en Mendoza. Fue el responsable de introducir el esquí como disciplina olímpica en Argentina. Va a ser enviado a Italia donde él va a tomar contacto con esas técnicas de escalada y esquí”, subrayó.

Evita en Londres

Para concluir, Pissolito se refirió a una situación que vivió en Londres.

“Haciendo un curso en Londres, me pongo a leer un periódico y veo que estaba la ópera Evita, con  Elena Roger en una sala del famoso Piccadilly Circus, miércoles o jueves, 75 libras, bueno me voy para allá, no va a haber nadie digo; craso error, tuve que bancar larguísima cola, sala llena y me sorprendí como argentino que en Londres tuviera lugar la ópera, de Alan Parker, con música excelente y que la gente se emocionara, llorara y aplaudiera de pie. Soy argentino, no puedo estar ajeno a este sentimiento -me dije-, que en la capital de nuestro enemigo, a miles de kilómetros de mi patria una ciudad se conmueva. Hay algo que trasciende a la mera figura del Perón político y militar y que más allá del tiempo, flota en esta realidad argentina”, cerró.