El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, afirmó hoy que el planteo de la exesposa de Alberto Nisman, Sandra Arroyo Salgado, quien concluyó que al fiscal especial de la causa Amia «lo mataron» se trata de «una discusión entre peritos de parte» y los peritos de «la Corte Suprema» y pidió llegar a «la verdad jurídica objetiva».

«Lo único que perseguimos es la verdad jurídica objetiva», señaló Fernández, al ser consultado sobre la posición del Gobierno nacional ante la presentación de Arroyo Salgado, quien habló de un «magnicidio» de Nisman.

El funcionario afirmó en declaraciones formuladas al arribar a la Casa de Gobierno que se da una «discusión» entre los «peritos de parte», de la querella, y los peritos de «la Corte Suprema de Justicia de la Nación» que hasta el momento actuaron en el expediente.

También señaló que hasta el momento no se «exhibió» el informe presentado por Arroyo Salgado en el que concluyó que a su exesposo fue víctima de un homicidio.

Fernández afirmó asimismo que todos los peritos -tanto los de parte como los de los oficiales- concluyeron que «la pistola, no tenemos dudas de que es esa», una Bersa calibre 22 perteneciente a Diego Lagomarsino.

«Sigo sin saber cómo murió» Nisman, enfatizó Fernández, quien se pronunció a favor de llegar a una «verdad jurídica objetiva» de los hechos.

Por otra parte, insistió en que la apelación realizada por el fiscal Gerardo Pollicita al fallo del juez federal Daniel Rafecas que desestimó una denuncia por encubrimiento contra la presidenta Cristina Kirchner es «de una endeblez fenomenal».

«Se basa en recortes periodísticos», se quejó Fernández, quien consideró que tendría que haber refutado «punto por punto» lo planteado por Rafecas y que, a su criterio, no lo hizo.

También advirtió que el fiscal «ayer habló hasta con una radio de Checoslovaquia», al tiempo que advirtió que «la voluntad por sí misma no es punible».