Hoy es el día. Después de idas, vueltas, denuncias y refutes, arrancó el escrutinio definitivo de las elecciones generales. El Tribunal Electoral de la provincia, responsable de entender sobre el comicio del pasado domingo, desconoció los pedidos que presentaron Unión PRO Federal y el Frente Justicialista para la Victoria, quienes habían hecho pública y mediante un escrito, la intención de solicitar la apertura de todas las urnas para realizar el recuento voto por voto.

Por lo tanto, el recuento definitivo será con la información que posean las actas del escrutinio provisorio, y se procederá a verificar los votos en las urnas observadas por los apoderados de los partidos.

Según reza la resolución en el punto II, el Tribunal se atiene al artículo 118 del Código Electoral Nacional y advierte que se podrán revisar las urnas “mediando pedido de parte durante el desarrollo del escrutinio definitivo».

En este sentido, cabe señalar que se computarán como válidos los números consignados en las actas y si se concretará el recuento voto por voto en caso de que un fiscal partidario lo demande ante la “mínima inconsistencia”.

Sin embargo, no hay objeciones en cuanto a la cantidad de mesas que puedan ser revisadas, se trata de “una, unas o incluso la totalidad de las urnas­ e inconsistencias generadoras de dudas por mínimas que estas fuera”.

Se desprende de la decisión del organismo que la metodología será similar al instrumentado en las Paso.

Tanto el PRO como el Frente Justicialista para la Victoria solicitaron al Tribunal Electoral dejar sin efecto la mecánica prescripta en el Código Electoral Nacional para dar curso a el escrutinio definitivo, fundando la demanda en que no se materializó un recuento definitivo.

Por su lado, los apoderados del Frente Progresista Cívico y Social dieron respuesta mediante la presentación ante el organismo competente, instando que se desestime el pedido de Unión PRO Federal y del Frente Justicialista.