«Que se suspenda la construcción del Arsat III es como quedarse afuera del Mundial». La frase fue pronunciada por Lino Barañao, ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, este miércoles durante una jornada organizada por la UIA junto a académicos de la UBA e industriales locales.

«Dejar de construir el (tercer) satélite por falta de fondos es como decir que no vamos a Rusia 2018 porque hicimos los números y con lo que recaudamos por esponsoreo no nos cierra la cuenta», describió Barañao.

El Arsat pasó de estar bajo la órbita de la cartera que conduce Barañao a la de Modernización, a cargo de Andrés Ibarra luego de absorber al Ministerio de Comunicaciones tras la salida de Oscar Aguad.

El tercer satélite de comunicaciones argentino será construído, mayoritariamente, por una empresa privada, «Newco», compuesta en un 49% por Arsat y un 51% por la estadounidense Hughes, que será la encargada de producirlo y posteriormente operarlo.

«Argentina supo estar a la vanguardia en el desarrollo de la energía nuclear con fines pacíficos, y en la construcción de satélites, un club al que pertenecen muy pocos países. Y no deberíamos irnos de estos lugares», fue la advertencia que lanzó el ministro.

Y agregó: «Necesitamos metas suficientemente ambiciosas y utópicas que despierten la mística y las vocaciones científico tecnológicas, para cambiar la matriz productiva y generar trabajo de calidad para todos los argentinos. Este tipo de metas son las que nos impulsan para adelante».

Consultado sobre la influencia de la ciencia y la tecnología en el desarrollo económico, Barañao sostuvo que «ser un país desarrollado no es exportar más, sino tener un coeficiente de Gini (que mide la distribución de la riqueza), más favorable».

Además, el ministro consideró que «para que las empresas puedan ser competitivas deben vincularse con el sector académico y con el mundo, y no solo el mercado interno».

CRÍTICA A LOS «UNICORNIOS»

El ministro de Ciencia y Técnica, Lino Barañao, relativizó la potencialidad para crear empleo de las exitosas empresas de servicios online (las llamadas «unicornios», que cotizan en la bolsa de Wall Street), en una charla en la que analizó el aporte de la tecnología en la transformación del mercado laboral.

Aunque el funcionario no se refirió a ninguno en particular, entre los «unicornios» argentinos hay empresas como Despegar.com, Globant y Mercado Libre, cuyo CEO, Marcos Galperín, pidió recientemente una reforma laboral que siga los pasos de la aplicada en Brasil y criticó cambios en el régimen impositivo que le quitarían beneficios a su empresa.

Durante su participación en el encuentro Red Innova, que reunió en la Ciudad de Buenos Aires a grandes empresas, startups, inversores y referentes del ecosistema digital, el ministro hizo referencia a «una falacia de un economista argentino que afirmaba que si el kilogramo de bife en Europa sale lo mismo que un kilo de un auto de alta gama estábamos bien».

«Claramente no, porque el nivel de vida de los obreros de ambas industrias es distinto y eso tiene que ver con la experiencia volcada en cada producto. En las empresas de tecnología pasa lo mismo, una cosa es una ensambladora de celulares y otra una empresa de aplicaciones», aclaró.

Entonces, dijo, «los servicios generan unicornios pero no generan mucho trabajo» y los países «que viven bien tienen manufactura», y pidió «pensar un balance entre los servicios y algo que le permita a la gente tener un trabajo».

En ese sentido, estimó que se debe pensar «cómo la tecnología puede aportar para trabajos de calidad» y destacó el rol del Estado para apoyar a las empresas innovadoras.