Dicen que saber la historia de los pueblos ayuda a analizar los sucesos pasados y comprender los movimientos del presente. Si la historia es cíclica, no está comprobado fehacientemente. Lo que sí es cierto es que conocer la historia es un gran trampolín a las proyecciones del futuro.

Así lo entiende el periodista e historiador Hernán Brienza, que en su paso por Rosario dialogó con Conclusión sobre La evolución del pensamiento Nacional y Popular, el eje de sus clases en el auditorio de Amtran (Asociación Mutual de Trabajadores Municipales de Rosario).

Brienza recorre todas las ideas de Nación que hubo en estos mas de 200 años de historia, en Moreno, en Belgrano, en los federales, en Sarmiento y en Alberdi, hasta llegar al siglo XX, “el estallido de los nacionalismos políticos”, como él lo llama. Estos son el nacionalismo de derecha, el nacionalismo popular y el nacionalismo revolucionario.

-¿El peronismo fue un representante de este pensamiento en el siglo XX?

-El peronismo es una multiprocesadora del nacionalismo, tiene nacionalismo de derecha, de izquierda, de centro. El pensamiento nacional y popular es prácticamente el peronismo. El pensamiento nacional es una categoría del pensamiento nacionalista y está muy ligado al peronismo y ese es un poco el secreto de la categorización porque no estamos hablando de pensamiento argentino sino de pensamiento nacional que es otra cosa. El pensamiento argentino incluye al pensamiento liberal, al pensamiento de izquierda, al pensamiento nacionalista, al pensamiento progresista, en cambio el pensamiento nacional es una subcategoría del pensamiento argentino.

-¿Este pensamiento abarca al movimiento obrero?

-Sí, por supuesto. El movimiento obrero está muy ligado al pensamiento nacionalista. Hasta el 45 el pensamiento del movimiento obrero estaba muy ligado a otros idearios:el comunismo, el anarquismo, el socialismo. Y lo que ocurrió luego con el peronismo es que multiprocesó todos esos pensamientos, incluidos el movimiento obrero, que tenía un componente obrerista, sindical, de izquierda y que termina confluyendo hacia ese sector del nacionalismo.

-¿Qué importancia tiene poder comprender la historia del pensamiento nacional y popular?

-Yo creo que un poco el nacionalismo es como el fantasma de canterville, como en el cuento el fantasma ya no asustaba a nadie. Yo creo que el nacionalismo es un pensamiento del siglo XX pero que atraviesa mucho al siglo XXI. En el siglo XXI se ha discutido mucho sobre el pensamiento nacional o políticas nacionalistas, y yo creo que en ese sentido saber las raíces y el recorrido que tuvieron estas ideas sirven para analizar el pasado reciente, para analizar también el presente y para pensar en el futuro, por que el futuro tarde o temprano tome una lógica pendular y tiende a pensarse sobre cuestiones que tengan que ver no sólo con el liberalismo conservador sino con el pensamiento nacional y popular.

-¿Es cíclica la historia?

-Cíclica no, pero es como un péndulo espiralado o al menos eso nos gusta creer. Capaz es un caos.