Mientras el crecimiento de la laguna santafesina La Picasa es “preocupante” y podría generar “muy serios problemas” en campos y poblaciones, la situación en el pueblo de Melincué “es estable”, aunque la laguna homónima “sigue creciendo” por las últimas lluvias caídas en esa zona sur de Santa Fe.

“El panorama es horrible y preocupante porque La Picasa sigue creciendo, y pese a que por estos días se colocaron limitadores en el ingreso a la laguna, continúan entrando 70 metros cúbicos de agua por segundo”, afirmó el presidente del Comité de Cuenca, Juan Carlos Duhalde.

Asimismo, agregó que “la laguna sigue creciendo, el gobierno de Santa Fe sigue trabajando en el canal derivador, que Buenos Aires no autoriza, y con la expectativa y el riesgo cierto de que La Picasa rebalse”. “Si la laguna supera la cota 105,60, aguas abajo puede generar muy serios problemas”, advirtió Duhalde.

No obstante apuntó que aguas abajo “puede generar problemas en pueblos bonaerenses y campos de Santa Fe. Es muy difícil que el agua inunde pueblos en nuestra provincia, porque tendría que subir mucho”, explicó.

“La única localidad santafesina afectada sería Teodelina, que es el último pueblo ubicado en el límite con Buenos Aires”, detalló.

De esa manera, Duhalde desdramatizó los dichos del ex presidente del Comité de Cuenca Laguna La Picasa, Roberto Ravera Ruffa, quien le dijo al diario rosarino La Capital que si la laguna “revienta en 30, 45 días”, es posible que “unos cuantos pueblos queden bajo varios metros de agua”.

Y afirmó: “es muy fácil echarle la culpa al tiempo. Las condiciones climáticas agravaron la situación, sí, pero las obras mal hechas o sin terminar son las que nos llevaron al problema de hoy».

No obstante, Duhalde advirtió que la ciudad bonaerense de Junín “es un lugar que puede tener realmente un problema si desborda La Picasa”

En tanto, autoridades del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Melincué, dijeron que la laguna homónima “continua creciendo”, debido a las últimas lluvias registradas en esa zona sur de Santa Fe.

“El pueblo todavía tiene agua en sus calles, pero poca, y permanecen autoevacuadas las 20 familias de la semana pasada. Por suerte no hay viento sur, que es el que nos complica porque levanta olas en la laguna”, señalaron.

Los voceros comentaron que “el panorama es estable”, en el pueblo, pero que sus vecinos “igual siguen preocupados”, porque la laguna no deja de crecer. El viernes llovieron en Melincué 52 milímetros”, precisaron.