La ex presidenta Cristina Kirchner señaló hoy, durante su visita a un medio comunitario de la Villa 31, que un modelo político y económico como el que plantea el macrismo sólo «funciona con dos dígitos de desocupación» y llamó a la militancia a «resistir».

Así lo afirmó la exjefa de Estado al brindar una entrevista que concedió al canal de televisión Urbana Tevé, al que definió como el «primer canal villero de Latinoamérica», en el marco de la inauguración de un estudio que la entidad sin fines de lucro construyó con los fondos concursables de facilitó la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) el año pasado.

«Un modelo como este funciona con dos dígitos de desocupación que disciplina a los trabajadores por temor a perder el empleo, que los obliga a aceptar cualquier condición de trabajo», consideró.

Tras la entrevista, remarcó que desea un pueblo que «resista» las políticas del Gobierno de Mauricio Macri, para «avanzar» no sólo en la «defensa de lo conquistado» hasta diciembre de 2015 sino en la búsqueda de «nuevos y mejores derechos».

«La (Villa) 31 es el emblema de la resistencia y no sólo la resistencia sino de avanzar. No quiero un pueblo que únicamente resista, quiero que resista para avanzar», clamó la exjefa de Estado en un discurso que pronunció ante cientos de militantes y vecinos que la escucharon hablar desde un pequeño escenario montado en la calle principal de entrada al barrio Carlos Múgica de Retiro.

En ese sentido, explicó que la resistencia no debe suponer únicamente la defensa del piso de derechos alcanzado al 10 de diciembre del 2015 sino en exigir «nuevos y mejores derechos» e inclusive «corregir» aquellas cosas en las que el modelo kirchnerista no dio respuesta.

Instó entonces a los argentinos a «defender las cosas que han logrado» y aconsejó que no se dejen «convencer» por los referentes del actual Gobierno cuando éstos comentan que «lo que tenían era mucho».

«Que nadie diga que les regalaron nada o que no tenían derecho a tenerlo. Es obligación del Estado promover la felicidad y el bienestar de la población. Tanto les gusta leer la Constitución, que la lean completa», apuntó la ex mandataria, que durante su visita al barrio estuvo acompañada por el ex titular del AFSCA, Martín Sabbatella, entre otros exfuncionarios.

Durante el reportaje, que estuvo a cargo del director de la emisora, Milcíades Peña, la exmandataria comparó su gestión con la de Macri, y señaló que mientras que en la actualidad las fuerzas de seguridad tiene aval del Estado para «reprimir» y se convalida la concentración mediática, su Gobierno fue el «período de mayor densidad y fortaleza en la democracia, en la libertad de expresión y en la participación popular».

“Fuimos hiperdemocráticos. Es un gran orgullo para una generación como la mía que vivió tanta represión y tanta dictadura no sólo haber protagonizado el periodo de mayor fortaleza y densidad institucional en lo económico y social sino también el de mayor densidad en la democracia, en la libertad de expresión y en la participación popular», apuntó.

Al respecto, puso como ejemplo la administración de las fuerzas de seguridad: «Durante nuestra gestión, la Policía sabía que no podía hacer nada durante una manifestación. Si pasaba algo, era sumariado y seguramente perdía su puesto. Ahora cuando desde arriba incentivan este tipo de cosas, los organismos de seguridad, que han sido formateados para recibir órdenes, palo y a la bolsa, es obvio que es ´palo y a la bolsa´».

En este marco, la ex presidenta denunció el robo que sufrió la periodista Cynthia García en su casa, donde se llevaron su computadora y otros equipos de trabajo, en tanto que cuestionó el trabajo de la Policía Metropolitana para la identificación del francotirador que meses atrás hirió gravemente a militantes de Nuevo Encuentro en Villa Crespo.

Por otra parte, al referirse a los desafíos del Frente para la Victoria en la oposición, la exjefa de Estado destacó que una de las tareas a debe ser «desentrañar» qué «mecanismos» operaron en las cabezas de la gente que hizo que en «algún momento» se convenciera de que su progreso obedeció a su propio «esfuerzo» personal y no a las políticas nacionales.

«Hay que desentrañar qué mecanismos hay dentro de nuestras propias cabezas que en algún momento nos hacen desenganchar nuestros logros de lo colectivo, independientemente del gobierno que esté», advirtió.

En ese sentido, propuso «empoderar a la gente no sólo en derechos sociales sino también en formación intelectual para que, cuando recibe un mensaje, pueda decodificarlo y saber que tiene de mentira, de verdad y qué de tramposo».

«Cada argentino tiene que darse cuenta que aquello que consiguió, lo logró porque hubo otro que puso el lomo que le permitió a él llegar a ese lugar», argumentó.

Por último, insistió en su teoría de que en el siglo XXI el Partido Judicial y el Partido Mediático vinieron a suplantar el lugar que durante el siglo pasado «la derecha» canalizaba a través de golpes del «Partido Militar».

«En el siglo XX, en toda la región latinoamericana, fueron los golpes militares los representantes de la derecha, que es liberal en lo económico y represivo en lo político», enfatizó.

Destacó que en los últimos años, «ya no es necesario desaparecer a las personas» y que basta con que aquellos que representan una amenaza «tengan un grado de condena social y luego judicial» para neutralizar su influencia política en la población.

«Ese Partido Militar ha sido reemplazado por un Partido Mediático y un Partido Judicial. El juicio se produce en las pantallas de televisión y en las portadas de los diarios, y luego el Partido Judicial convalida lo que se impone mediáticamente», manifestó Cristina Kirchner, que citó como ejemplo la situación que atraviesa Milagro Sala.

Foto: Laura Cano