Tras la negativas del Tribunal que deberá juzgarla, para ampliar su declaración indagatoria, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner realizó este martes una extensa presentación, a través de su canal de Youtube, en la que expuso detalles de la causa que la pone al borde de la prisión y la inhabilitación perpetua. Fiel a su estilo meticuloso, muñida de documentación de todo tipo, la expresidenta expuso los dichos de los testigos en el juicio que refutan las acusaciones y dan por tierra con los argumentos de los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola, y la íntima relación entre José Lopez, Nicolás Caputo y otros funcionarios y parte del entorno del macrismo. Asimismo, lamentó que este juicio será el ejemplo para disciplinar a los dirigentes políticos, para que hagan lo que el poder real quiere y reiteró que «la sentencia ya está escrita» y que no se arrepiente de nada. «Si volviera a nacer 20 veces, 20 veces volvería a hacer lo mismo».

En el mensaje que se transmitió desde su despacho en el Senado de la Nación, Cristina Fernández hizo un recuento sobre el origen de la causa y las denuncias, e hizo un detalle sobre las declaraciones de los testigos que desfilaron, convocados por el Ministerio Público Fiscal. «El juicio comenzó como una ficción, como un guion, bastante malo por cierto».

Fernández de Kirchner afirmó que «nada, absolutamente nada de lo que dijeron fue probado» y «además se comprobó que era exactamente al revés». «Lo  vimos a través de los propios testigos citados por el Ministerio Público Fiscal».

En ese sentido, recordó uno de los testimonios que era clave para la Fiscalía, el de Leandro Martín García, el interventor nombrado por Javier Iguacel para demostrar que hubo sobreprecios y que las obras en cuestión no se habían realizado. Sin embargo, este testigo declaró que se encontró con un distrito que «no disentía con la situación de otros». «Había muchas noticias en los medios, pero no encontré ninguna situación anómala». Además, recordó que en ese momento Iguacel volteó todas las concesiones a la empresa Austral y esa fue la razón por la cual las obras quedaron «paradas».

La exjefa de Estado también detalló el testimonio de la ahora diputada Laura Hindie, quien en su declaración atestiguó que fue intimidada por los titulares de Vialidad del gobierno de Maricio Macri para firmar un documento en el que quedaba asentado «que se les había pagado en su totalidad las obras de Austral Construcciones, dirigidas por las empresas de Lázaro Báez»

Al ser consultada por el fiscal Diego Luciani sobre esto, Hindie contestó contundentemente: «No, no vi ninguna documentación que dijera eso», a lo que remató: «Pero sucedió que las autoridades del nuevo gobierno (de Macri) llegaron a Vialidad en Río Gallegos, en un patrullero. Ahí estaban Javier Iguacel y Ricardo Stoddart, que luego serían titulares de Vialidad y de Legales, pero que en ese momento no tenían decreto de designación. Se bajaron del patrullero y me dijeron que tenía que firmar. No me constaba nada».

Así, tras recordar varios testimonios que fueron todos en la misma dirección, Cristina Fernández sostuvo que todos los testimonios propuestos por los fiscales «colapsaron», y al ver que no tenían ningún tipo de pruebas, comenzaron a buscar en otros juicios. «Así fueron al de José López, que fue enjuiciado por enriquecimiento ilícito. «Y trajeron el teléfono que habían secuestrado en aquella oportunidad. Pero además de mentirosos, los fiscales no trabajan, ni leyeron las pruebas que recabaron».

«Me quedé corta cuando dije que la sentencia ya está escrita porque cuando llegamos al Gobierno nos enteramos lo que hicieron desde la mesa judicial en el anterior gobierno y el sistema de espionaje que montaron desde la AFI (Agencia Federal de Inteligencia) y la Gestapo para los dirigentes sindicales en La Plata».

Amigos son los amigos

En ese tramo de su alocución, la vicepresidenta se adentró en el contenido de las 9.000 páginas de mensajes intercambiados por José López, Nicolás Caputo, «el hermano de la vida del ex presidente Mauricio Macri», y otros allegados al mismo entorno. Y leyó gran cantidad de mensajes en los que hablaban, por ejemplo, del soterramiento del Ferrcoarril Sarmiento. Y remarcó que entra López y Caputo «había familiaridad» en el trato.

En ese sentido, la expresidenta apuntó que «si había un caso para investigar la corrupción en la obra pública era el de José López revoleando los bolsos». Y remarcó que esa investigación quedó en la nada cuando se dieron cuenta que al tirar de la madeja quedaban expuestos Caputo, Gutiérrez y otros integrantes del entorno íntimo del expresidente Macri.

En otro tramo del mensaje, Cristina recordó el rol de Fabián Rodríguez Simón, «Pepin», operador judicial del macrismo que lleva más de 600 días prófugo. Y afirmó que con la llegada de Cambiemos al Gobierno en 2015 «afloró lo que era un sistema judicial compenetrado con los servicios de inteligencia ordenado desde la Casa Rosada, por quien hoy está prófugo» y añadió que «el único que utilizó los privilegios de los fueros del Mercosur fue este chiquito que está acá (en referencia a Pepín, a quien mostró en un foto con Elisa Carrió y Mariana Zuvic).

La vicepresidenta remarcó que «Pepín» fue quien ideó designar por decreto a dos jueces de la Corte y el cerebro de la persecución a la exprocuradora Alejandra Gils Carbó, a la que extorsionó con sus hijas para conseguir su renuncia. Sumó a eso el escándalo por el espionaje ilegal y la «Gestapo» macrista contra los dirigentes sindicales.

«»Pepín es el único dirigente político prófugo y no es peronista. Nosotros nos quedamos acá y nos sometemos a la Justicia. Ustedes tienen una citación y huyen. Pepín lleva más de 600 días prófugo», sostuvo.

«Si naciera 20 veces de nuevo, 20 veces haría lo mismo».

Ya sobre el final de la exposición, Cristina se detuvo sobre el «lawfare» y afirmó que en la Argentina «va más un paso más allá». «Aquí protegen a los que verdaderamente roban en el país. Ya no hay partido militar, ahora existe el partido judicial».

Y argumentó que el fiscal Diego Luciani pidió doce años de prisión «por los doce años del mejor Gobierno que tuvo la Argentina en las últimas décadas».

«A ellos (los empresarios y dirigentes opositores) los protegen y no les va a pasar nada. Pero a los que sí les pasan cosas es a los argentinos, que no tienen guita, que no les alcanza nada por el endeudamiento que tuvimos y por cómo destruyeron lo que construimos». «¿Por qué piden doce años? Uno, por la memoria, otro por la verdad, otro por la justicia, otro por el Fondo, otro por las AFJP, otro por YPF y Vaca Muerta, otro por el salario de los laburantes. Por eso me van a estigmatizar, por eso me van a condenar. Si naciera 20 veces, 20 veces haría lo mismo».

En ese mismo sentido, dijo que «haber ingresado a la historia por nuestros gobierno me llena de satisfacción y orgullo». «Pero lo que lamento es que esto disciplina a la dirigencia política, para que nadie se anime a hacer dos veces los mismo, decirle al fondo monetario págale y ándate, dos veces, decirle a los fondos buitre no, dos veces vaca muerta, no»