La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner mantuvo una breve comunicación telefónica con el prime mandatario, Alberto Fernández, para interiorizarse sobre su estado de salud tras el episodio sufrido este martes por la mañana, en la cumbre del G20, en Indonesia, cuando se descompensó a causa de una gastritis erosiva.

Cristina se comunicó con el presidente a las nueve de la noche de Bali (diez de la mañana de Argentina) para preguntarle como se sentía y mantuvieron una breve charla. Minutos antes, Fernández había asegurado estar «bien» tras haberse descompensado en la previa del inicio del G20 , producto de una gastritis erosiva con sangrado diagnosticada, que le generó una baja de presión.

El mandatario sufrió la descompensación a las 11 de la mañana (hora local) que le impidió desarrollar con normalidad sus actividades y lo obligó a ser trasladado para su atención médica, a la vez que permaneció en observación alrededor de cuatro horas.

Si bien el Presidente retomó su agenda tras la supervisión médica y participó de un encuentro bilateral con el mandatario chino, Xi Xingping, Fernández no participará de la cena de líderes. En su lugar asistirá el canciller Santiago Cafiero, encargado de transmitir sus palabras durante las sesiones de Seguridad Alimentaria y Energética, y Salud.

Con respecto a la agenda del miércoles, Alberto Fernández solo estará presente en la reunión con la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, y conmemorará junto a Pedro Sánchez, su par español, el 50 aniversario del regreso del General Perón a la Argentina.

El estado de salud

Alberto Fernández sufrió una gastritis erosiva con signos de sangrado, diagnóstico que se conoció tras varias horas de espera luego del episodio en el que sufrió mareos y una descompensación que lo obligó a suspender su participación en la apertura del G20 y aspiraba a retomar su agenda en Bali.

«Fue un episodio complicado. Sangró mucho y eso le provocó la descompensación», revelaron fuentes del entorno del Presidente sobre la situación que lo obligó a realizarse estudios en el Sanglah General Hospital, el centro de salud más grande de Bali, donde optaron por colocarle suero.

A través de un comunicado de la unidad médica del jefe de Estado, tras los estudios que debió efectuarse, se informó: «En el día de la fecha el Señor Presidente de la Nación Argentina, doctor Alberto Ángel Fernández fue evaluado medicamente, se diagnosticó una gastritis erosiva con signos de sangrado, recibió el tratamiento médico adecuado encontrándose en buen estado de salud y reanudando sus actividades con control médico».