Durante su gestión al frente de la Casa Rosada, Mauricio Macri firmó un total de 73 decretos de necesidad y urgencia (DNU), mientras que el actual Presidente, Alberto Fernández, lleva rubricados 10 desde su asunción.

De acuerdo al inciso número 3 del artículo 99 de la Constitución Nacional, el jefe de Estado está habilitado a dictar este tipo de decretos «solamente cuando circunstancias excepcionales hicieran imposible seguir los trámites ordinarios previstos» por la Carta Magna para la sanción de las leyes.

También establece que debe hacerlo «en acuerdo general de ministros que deberán refrendarlos, conjuntamente con el jefe de Gabinete».

Sin embargo, el texto aclara que los DNU no pueden ser en temas que «regulen materia penal, tributaria, electoral o de régimen de los partidos políticos».

En los 48 meses que duró la gestión de Cambiemos al frente del Poder Ejecutivo, Macri firmó un total de 73 decretos de necesidad y urgencia: el primero fue la clásica modificación de la Ley de Ministerios y el último fue la compensación económica para los sobrevivientes y familiares de fallecidos durante el ataque de Montoneros a un Regimiento de Infantería de Formosa, ocurrido el 5 de octubre de 1975.

Bonos no remunerativos para el sector privado; aumentos del Salario Mínimo, Vital y Móvil; creación de la Agencia Nacional de Discapacidad y de la de Protección a Testigos e Imputados; derogación del Fondo Federal Solidario; varias modificaciones a la Ley de Ministerios y al Presupuesto; y establecer un plazo de caducidad para que sobrevivientes o familiares de víctimas del atentado a la AMIA accedan a subsidios, fueron algunos de los fines de los DNU rubricados por el líder del PRO y su Gabinete.

Por su parte, en los 75 días que lleva de gestión el Frente de Todos, Alberto Fernández y sus ministros firmaron 10 decretos de necesidad y urgencia.

Además de adaptar la Ley de Ministerios a su plan de gobierno, el jefe de Estado intervino la Agencia Federal de Inteligencia (AFI); estableció la emergencia pública en materia ocupacional; derogó la creación de la Agencia Nacional de Protección a Testigos e Imputados y postergó el pago de bonos, en otras iniciativas.

Todos los DNU firmados por los jefes de Estado son trasladados a la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo, que «debe expedirse acerca de la validez o invalidez del decreto y elevar el dictamen al plenario de cada Cámara para su expreso tratamiento».

El Frente de Todos cuenta con nueve de los 16 miembros de la Comisión, por lo que tiene la posibilidad de lograr mayoría absoluta sin necesidad de obtener el apoyo de los legisladores de Juntos por el Cambio.

Ésa composición hará que Alberto Fernández, en principio, no sufra traspiés con sus DNU, algo que le sucedió a Macri en su gestión: el Congreso le rechazó varios decretos a Cambiemos, como la creación de la Agencia del Deporte Nacional, la cesión del espectro radioeléctrico de ARSAT y la extinción de dominio, entre otras iniciativas.