Alerta y peocupación. Esta mañana todos los accesos al diario Clarín y a su planta impresora fueron vallados. Policías y guardias de civil con chalecos controlaban las puertas y fueron apostados en todos los pisos. Es que más de 60 trabajadores fueron despedidos.

El diario Clarín amaneció con vallas en su ingreso por temor a una movilización en contra de los despidos en Clarín, Olé y otros sectores de Arte Gráfico Editorial Argentino (AGEA). Según publica Eldestapeweb, los trabajadores recibieron un mail del gerente general Héctor Aranda que anunciaba el proceso de restructuración que llevará a que echen a decenas de empleados. Los delegados del multimedio convocaron a una movilización para pedir que frenen el ajuste.

Aranda, comunicó «la difícil decisión» mediante un comunicado que envió a los trabajadores por mail. «Se abrieron en este marco procesos de retiros voluntarios con condiciones superiores a las de mercado, pero aún persisten desequilibrios que obligan a AGEA a una reducción en su plantel, lo que ha sido comunicado en el día de la fecha, garantizando el total de las indemnizaciones correspondientes», informó.

El multimedio había alertado que haría un proceso de ajuste que publicó en el diario Clarín el domingo pasado en una nota bajo el título «Clarín rediseña la redacción para acelerar la transformación digital».

Convocamos a todos a las 12hs frente a la puerta de Tacuarí 1846 a una asamblea extraordinaria por despidos en los diarios Clarín, Olé y otros sectores de AGEA. Está vallado el edificio y toman lista para entrar», afirmaron los delegados de Clarín.

«La mayoría de nuestros recursos periodísticos estará destinada a producir contenidos . Otro bloque se concentrará en la edición impresa, adaptando las notas publicadas en el digital y garantizando la máxima calidad. Cuanta más calidad tenga el diario papel, más fácil será la transformación digital», afirmó el matutino.

Un periodista que dialogó con El Destape explicó que en diario reina una profunda incertidumbre, porque aún no se han comunicado el número de los despidos, ni tampoco el nombre de los echados.