La inflación es uno de los puntos que más preocupa al Gobierno nacional. Y no es para menos, la suba desmedida de los precios impacta directamente en la economía. Esa preocupación y la determinación por ponerle fin al problema fue uno de los puntos que destacó el presidente Alberto Fernández en el discurso que brindó este domingo en la inauguración de las sesiones ordinarias de la Asamblea Legislativa.

«El Estado, este Gobierno Nacional, se va a poner al frente de la batalla contra la inflación usando todas las herramientas legales con las que cuenta. No es posible que con la moneda estabilizada y las tarifas congeladas al igual que los combustibles, el precio de los alimentos siga creciendo”, disparó Fernández al inaugurar las sesiones ordinarias del Congreso. El mandatario les mandó de este modo un claro mensaje a los formadores de precios.

En enero la inflación se desaceleró al trepar 2,3 por ciento, pero “alimentos y bebidas”, el rubro con mayor ponderación en el Índice de Precios al Consumidor que elabora el Indec, subió 4,7 por ciento. Parte de esa suba se explica por el restablecimiento del IVA a algunos de los alimentos de la canasta básica. Sin embargo, desde el Gobierno saben el esa razxón no alcanza para explicar la escalada. De hecho, en las subas se destacaron carnes y derivados, infusiones, azúcar, dulces y golosinas.

Con este escenario, Fernández decidió hacer un aparte sobre el tema en su discurso, un aparte que puede leerse como una advertencia: los precios están en la mira del Gobierno. “Vamos a exigirles total responsabilidad a los formadores de precios. Argentina no resiste más el abuso de quienes ´preservan´ su rentabilidad a costa de consumidores condenados a pagar sus ‘excesos preventivos’”, remarcó. Y agregó: “Debemos terminar con la Argentina de los ‘vivos’ que se enriquecen a costa de los pobres “bobos” que estamos condenados a pagar lo que consumimos”.

Si bien aún no se explicó como se avanzará en el control de uno de los sectores más poderosos y concentrados de la economía,  al menos se dejó en claro que la intención no es dejar pasar. Los primeros trascendidos dejan entrever que el encargado de los controles será el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.

“Esa descripción de lo que nos pasa, exige un punto final al abuso. No solo es un imperativo económico sino también es un imperativo moral. Los pícaros que especulan subiendo los precios no tiene cabida en esta Argentina”.