Glencore, la comercializadora de bienes básicos más grande del mundo, todavía puede desatar el crac financiero «más grande de todos», lo cual podría suceder en cualquier momento. El diario británico Daily Telegraph, en un artículo publicado en su página financiera, dice que Glencore ya ha creado pánico en los mercados de deuda y que no se trata de un «momento Lehman», como se ha dicho, sino que se compara más al colapso anterior, al de Bear Stearns, que precipitó la crisis del 2007.

El Telegraph señala que el colapso en los bienes básicos que está en marcha, “ya ha provocado una segunda crisis crediticia en la medida en que los inversionistas se deshacen de los bonos de alto rendimiento, sacudiendo la frágil confianza que se necesita para apoyar los mercados globales. Los que la califican de ‘momento Lehamn’ se olvidan de su historia. Los acontecimientos actuales tienen similitudes escalofriantes con el desplome de Bear Stearns y marcan el inicio de una nueva crisis, no su final», dice en otro de sus párrafos el diario inglés.

El costo de pedir prestado

El periódico advierte, a la vez, que el costo de pedir prestado para Glencore ha alcanzado niveles imposibles. Sus bonos de EE.UU. , que se vencen en el 2022, se han desplomado a 82 centavos por dólar, lo que ha presionado su rendimiento a 7.4%. Los corredores de bienes (como Glencore) necesitan pedir prestado al 4% o menos para poder generar aunque sea pequeños márgenes de 1 a 2%, pero si tienen que refinanciar al 7 o 10%, desaparecen esos raquíticos márgenes de ganancia y la quiebra no puede estar muy lejos. El costo de las permutas de cobertura por incumplimiento crediticio (CDS Swaps) también le ha aumentado dramáticamente a Glencore, en donde un CDS a cinco años ha aumentado de 280 a 625, cuando 400 se considera que se aproxima a una tasa de incumplimiento peligrosa.

Glencore acaba de completar la recaudación de 2.500 millones en capital y ha vendido activos como parte de su plan de reducción de su deuda en 10 mil millones. Sin embargo «si los costos de pedir prestado continúan como están, el juego bien podría haber terminado ya».

Otros en problemas

Pero no es solo Glencore que está en problemas, sino que hay otras corredoras de bienes básicos en problemas, entre ellas Trafigura, Vitol y Noble. Los bonos de deuda con cotización oficial en manos privadas, de Trafigura, también se han desplomado a 86 centavos por dólar, o un rendimiento de 8.9%. El precio de la acción de Noble con sede en Singapur se ha desplomado y las ganancias de la primera mitad del año cayeron un 98% a solo 3 millones.

El Telegraph destaca que a pesar de esto, los bancos continúan prestándoles; lo cual no debería ser una sorpresa: cuando los bancos cerraron sus oficinas de comercialización de bienes básicos, simplemente cambiaron a prestarle enormes cantidades a los corredores de bienes básicos.

Lo que no dice el Telegraph, es que está claro que toda esta burbuja fue creada por los mismos bancos demasiado grandes para quebrar, que cerraron sus oficinas de bienes básicos con el fin de aparecer como que se habían «reformado», solo para comprar «bonos» para financiar a los corredores de bienes básicos. Esta es otra razón más de por qué la Glass-Steagall es la única forma de parar a estos “adictos” a las deudas.