Este viernes el ministro de Economía, Sergio Massa dio un discurso en el marco de las reuniones del G20 en India y se refirió específicamente el costo que la guerra entre Rusia y Ucrania significa para países como la Argentina. El funcionario dijo que se trata de un tema «central», que para nuestro país significó una pérdida de casi u$s 5.000 millones en la balanza comercial. 

No es la primera vez que el ministro habla de este tema y, particularmente, este reclamo se hace para que sea escuchado por los titulares de los organismos multilaterales de crédito, léase Fondo Monetario Internacional, para que contemplen los efectos de la guerra en las exigencias sobre sus pagos. «Es clave que los mismos países que en este ámbito reclaman que pongamos en agenda la gravedad del daño de la guerra en materia económica, den mandato a sus directores en los organismos multilaterales para que los países que fuimos víctimas económicas de los daños de la guerra seamos escuchados cuando vamos a estos foros».

Pero entonces, ¿cuál es el impacto real de la guerra en la economía Argentina? Para entenderlo más en profundidad, hay que repasar algunos números que lo reflejan.

De acuerdo al informe elaborado por el Ministerio de Economía de la Nación, a la caída en la balanza comercial es atribuible se agrega que los mayores precios de la energía determinaron una suba en los subsidios que otorga el gobierno en esta materia de $587.934 millones.

Si bien en ciertos aspectos la Argentina se vio beneficiada por la suba de los productos agropecuarios (soja 9,4%, trigo 33,7% y maíz 17,8%), lo que significó exportaciones netas por un total de US$617 millones adicionales a lo proyectado antes de la guerra, cabe remarcar que dicha mejora tuvo una contrapartida los mayores costos que debió asumir el país por las importaciones de distintos rubros como combustibles o el incremento en los valores de los fletes.

En relación al combustible, puede decirse que en ese rubro es donde se registra la mayor pérdida para el país, ya que, previamente a la guerra, se estimaban que las importaciones rondarían los u$s 1.999 millones. Sin embargo se calcula que las mismas alcanzaron a u$s 5.756 millones, es decir un gasto extra por u$s 3.757 millones.

El otro rubro que tuvo un fuerte impacto negativo fue el de los fletes, ya que los gastos se estimaban en u$s 3.000 millones y el gasto real fue  u$s 1.800 millones más, yq que alcanzó un total de u$s 4.800 millones durante el 2022.

La guerra también provocó una gran estabilidad y fuertes incrementes en la cotización de la energía. El precio del petróleo pasó, en tan solo 6 meses, de u$s 74 dólares por barril en diciembre de 2021 a u$s 123 a medidados de 2022. Es decir, se disparó un 66% en sólo 6 meses. 

Si hablamos de gas, las cosas fueron peores, ya que las subas fueron del 233% para el Gas Natural Licuado, 114% para el gas proveniente de Bolivia y combustibles alternativos importados por Cammesa para generación de electricidad: 85% para el gasoil y 63% para el fueloil.

Tanto la Bolsa de Comercio de Rosario como el Centro de Economía Política elaboraron y difundieron sus propios informes al respecto. El último de estos dos, que lleva la firma de Florencia Di Prinzio, da cuenta que en el rubro energético ocurrió la variación más “significativa”, con lo cual “casi el 75% del costo de la guerra se explica por importación de energía” boliviana (gas) y brasileña (electricidad), mientras “el 25% restante lo explican la suba de fertilizantes y fletes”.

Por su parte, el relevamiento de la Bolsa de Comercio sostuvo que “las importaciones energéticas en nuestro país crecieron 4% en volumen, pero por la suba de precios crecieron un 100% en dólares (de u$s 7.147 millones a u$s 14.138 millones), respecto al año pasado”.

Otro punto relevante son los insumos para el agro, particularmente los fertilizantes, ya que Argentina importa el 70% de este insumo. Como Rusia es el principal productor del mundo, la guerra generó un contundente aumento de costos en el país de origen. Y si bien la sequía provocó una caída del 31% de las importaciones, los incrementos en los precios elevaron más del 20% su costo en dólares.