Un promedio de tres tambos cierran sus puertas a diario en la Argentina, como consecuencia de la crisis del sector, advirtió hoy el economista de la Fundación FADA David Miazzo.

El especialista precisó que en dos décadas desaparecieron 19.041 establecimientos, a razón de mil por año.

La fundación hizo una presentación ante el Senado en la cual alertó que la cadena láctea «sigue complicada».

Sus representantes se plantearon la necesidad de «salvar la lechería y la aguda problemática del sector, y presentaron algunas propuestas, y con estos ejes de estudio estuvieron en la Comisión de Agricultura del Senado.

Según el informe, parte de la complejidad del sector lechero está vinculada con la característica de «mercado imperfecto que desarrolló la cadena láctea en nuestro país».

Esto refiere a la alta concentración que se da tanto en el tambo como en la industria láctea, que por su parte fue denunciada por la Sociedad Rural Argentina por posibles conductas anticompetitivas ante la Secretaría de Comercio de la Nación.

Según Miazzo, «desde 1995 hasta 2015 hay 19.041 tambos menos, es decir que es como si perdiéramos 952 tambos por año, casi mil desaparecen al año, es decir que cerraron casi 3 tambos por día».

Con relación a los litros producidos por cantidad de tambos, surge la paradoja inherente al mercado lácteo argentino, ya que según las cifras, a menor cantidad de tambos, se ha producido más leche.

Hoy se producen más de 5.000 millones de litros más que en 1995, con 19.041 tambos menos: «Es decir, que hay que lograr mayor eficiencia para que nuestros tambos dejen de desaparecer. Para ello hay una serie de medidas que necesita este sector para mejorar su funcionamiento», apuntó Miazzo.

En la industria, la concentración también es llamativa, ya que de mil empresas lácteas, sólo 4 concentran el 40% del procesamiento de leche.

También se presenta un problema de eficiencia en el área tambera, ya que hoy un operario produce mil litros de leche al día, cuando el promedio ideal es de 2500 a 3000 litros por empleado.

Para Nicolle Pissani Claro, investigadora de FADA, se suman otros puntos que participan en la problemática de la cadena láctea como la característica natural de que se trata de un producto perecedero, por lo que hay que enviarlo a la industria sin importar las condiciones.

En tanto, la volatilidad de los precios es otro problema, ya que cuando suben los precios internacionales, esto no se traduce en una mejor paga en el mercado interno.

Mientras que en este punto otro dato a prestar atención es que sólo el 25% de la producción de leche tiene como destino la exportación.

Otro tópico crucial: es un mercado no institucionalizado y poco transparente; en la relación tambo-industria casi no existen los contratos y tampoco precios pizarra o de referencia en tiempo real.

La mesa de productores lecheros de FADA declaró que es muy alto el perjuicio que les genera el hecho de que no se establezcan las fechas y montos a pagar en el momento lógico, «tenemos que entregar la leche sin saber ni cuándo ni cuánto nos van a pagar».

La Rural denunció posibles conductas anticompetitivas de la industria láctea

La Sociedad Rural Argentina (SRA) denunció hoy ante la Secretaría de Comercio de la Nación la posible existencia de conductas anticompetitivas implementadas por las industrias lecheras en el estancamiento de los precios que les pagan a los productores.

«Tal como venimos sosteniendo públicamente, desde hace dos años el precio que reciben los productores de leche no alcanza a cubrir los costos de producción, como consecuencia, a decir de la industria, de la baja de los precios internacionales de la leche en polvo», indicó un comunicado de la entidad que dirige Luis Etchevehere.

También resaltó que «a pesar de que en los últimos 45 días se registró el alza en el precio internacional de un 35% (de U$S 2.079 a U$S2.793 la tonelada), e incluso que el mercado brasileño está pagando a los negocios argentinos por encima de los U$S3.000 la tonelada, exigimos que esto se traduzca en forma inmediata en una recomposición del precio al productor».

La SRA consideró que sería inaceptable que se mantenga un estancamiento de los precios al productor, tal como lo manifestaron todos los representantes de la industria láctea en la última reunión del Ministerio de Agroindustria.

En ese encuentro sostuvieron que el precio se mantendría en los actuales niveles durante los próximos meses y recién comenzaría a subir a principios de 2017, si los valores internacionales mejoran.

«Como es de público conocimiento, el Centro de la Industria Lechera (CIL) ha suscripto recientemente un acuerdo privado, respecto del comercio con Brasil por los próximos dos años», señaló la SRA.

Este acuerdo, manifestó, «implica una limitación por parte de la industria local de los volúmenes exportados a ese país, eliminando la posibilidad de un mayor acceso a dicho mercado, al mismo tiempo que el mecanismo de asignación de esta cuota es poco transparente».

«Todo esto impacta en la concurrencia de las industrias en la competencia del mercado. Ante la decisión de mantener estancado el precio a pagar a los productores de leche, esta situación pone de manifiesto la posible existencia de prácticas colusivas por parte de las industrias lecheras, en violación a las disposiciones de la Ley 25.156 de Defensa de la Competencia», indicó la Sociedad Rural.

Buscan alternativas para que se pueda salvar la lechería