El dólar comenzó a operar esta mañana con una suba de 1 peso en el Banco Nación, donde era ofrecido a 57 pesos para la compra y 61 pesos para la venta.

Durante la rueda anterior, la cotización de la moneda norteamericana había cerrado a un promedio de 56,15 pesos comprador y 60,30 pesos vendedor, en una jornada de nerviosismo en los mercados, a partir de la decisión del Gobierno de prorrogar vencimientos de deuda.

En ese contexto, el Banco Central debió vender 223 millones de dólares para limitar la suba de la divisa, que finalmente trepó 13 centavos con relación al día anterior.

El volumen de negocios en el segmento de contado alcanzó los 493,763 millones de dólares.

Además, la autoridad monetaria convalidó una tasa promedio diaria de política monetaria de 78,207%.

Sigue subiendo el Riesgo País, por encima de los 2.400 puntos básicos

El Riesgo País de Argentina volvió a escalar más de 100 puntos este viernes a nuevos máximos desde junio de 2005, cuando el Gobierno encaró con acreedores privados un canje de la deuda, 14 años atrás.

El indicador de JP Morgan, que mide el diferencial de tasa de los bonos del Tesoro de los EEUU con sus similares emergentes, superó para la Argentina los 2.400 puntos básicos por la mañana, hasta los 2.437 enteros.

Se trata del Riesgo País más alto desde el 10 de junio de 2005, cuando el gobierno de Néstor Kirchner, con Roberto Lavagna como ministro de Economía, concretó la reestructuración de la deuda que estaba en default desde diciembre de 2001: el indicador de JP Morgan registró entonces una abrupta baja desde los 6.606 puntos a los 794 puntos.

El presente también es un riesgo país similar al del 9 de noviembre de 2001, entonces en 2.438 puntos básicos, en el tramo final del gobierno de Fernando de la Rúa, con Domingo Cavallo como ministro de Economía.

La suba del Riesgo País se vincula con la caída de los precios de los bonos soberanos de la Argentina, que en el mercado secundario se operan por debajo de los 50 centavos por cada dólar emitido.

Desde Portfolio Personal Inversiones reconocieron que «la presión bajista continuó en líneas generales sobre los activos, y la volatilidad se mantuvo alta. Esto se debió, en principio, a una conjunción de falta aún de detalles de los anuncios -en especial, de su implementación y ejecución-, como a la necesidad de señales políticas que hasta ahora no llegaron de forma contundente desde la oposición».