La duda surgió a partir de que se conoció que la Comunicación número A 6105 del Banco Central, que habilita al Gobierno a tomar parte de los dólares depósitos para financiar al Tesoro nacional. Algo que estaba prohibido luego de la las duras lecciones que dejó el final de la convertibilidad y el corralito, que se extendió por 15 años.

La maniobra para obtener este financiamiento por la dificultad que impone la ausencia de mercados compradores que condicionen la posibilidad de obtener divisas, para estabilizar la economía nacional, apunta encontrar la forma de sostener el déficit fiscal.

Los efectos del corralito demandó estar en alerta, por lo tanto los depósitos en dólares sólo se prestaban al sector privado para actividades vinculadas a la exportación, justamente aquellas que generan dólares.

La medida, se remonta a noviembre de 2016, cuando el directorio del Banco Central (BCRA) realizó una adecuación a las normas de crédito en dólares e incluir en ella un inciso que habilita a los bancos a comprarle al Tesoro nacional los bonos de deuda en moneda extranjera que emita por un total que no supere la mitad del monto total en préstamos que tengan concedidos al sector privado.

El dato surge de una Comunicación del Banco Central, que es el equivalente a los decretos en otros organismos del Estado, de capacidad resolutoria.

Entre las restricciones previstas, la más relevante es que las entidades financieras podrán utilizar 1 de cada 2 dólares para la compra de bonos por cada 2 dólares que hayan transformado en créditos a empresas.

Actualmente, el sistema cuenta con US$ 27.100 millones en depósitos, de los cuales unos US$ 9.000 fueron prestados a privados, por lo que en base a los niveles de encaje actuales, el Tesoro Nacional podría tomar entre US$ 4.500 millones y 3.500 millones de dólares de los ahorristas para financiarse mediante títulos de deuda pública.