El Gobierno restableció los aranceles de importación de cuatro clases de computadoras portátiles o notebooks con el propósito de «fortalecer al sector industrial en cuestión» elevándolos de cero a 8% y 16%, según el caso, en una medida que satisfizo al empresariado local, que venía reclamándola desde 2017.

La medida implica la revisión parcial del decreto 117 de febrero de 2017, por el cual el Gobierno del expresidente Mauricio Macri redujo a cero la tarifa de importación de una serie de productos informáticos, con el consecuente cierre de plantas y despidos de miles de trabajadores.

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De esta manera, se eleva al 8% la alícuota de la posición arancelaria 8471.30.12, que comprende a las unidades «de peso inferior a 3,5 kilogramos, con teclado alfanumérico de por lo menos 70 teclas y con una pantalla de área superior a 140 centímetros cuadrados e inferior a 560 cm2», y el mismo porcentaje para las posiciones 8471.30.19 y 8471.30.90, catalogadas como «las demás» en la Nomenclatura Común del Mercosur (NMC)».

«En la misma línea, resulta conveniente modificar la alícuota aplicable en concepto de Derecho de Importación Extrazona (DIE) en relación con la posición arancelaria de la Nomenclatura Común del Mercosur 8471.30.11, estableciéndose en un nivel del 16%», agregó, en referencia a lo que el NMC clasifica como «de peso inferior a 350 gramos con teclado alfanumérico de por lo menos 70 teclas y con una pantalla de área inferior a 140 cm2».

El decreto no incluye al resto de las computadoras que se ofrecen en el país, como las PC de escritorio, All in One, servidores y componentes para ensamblar notebooks, que continuarán ingresando con arancel cero.

El Gobierno justificó esta medida al señalar que «por su impacto económico y social, el desarrollo y promoción de una industria nacional productora de equipamientos informáticos portátiles resulta una prioridad en las políticas desarrolladas por el Estado».

«El aumento de los niveles de producción de tales equipos redundará en un aumento de la oferta disponible de los mismos en el mercado interno a precios más competitivos y accesibles, permitiendo, a su vez, aumentar los niveles de las exportaciones de los bienes fabricados localmente, de alto valor agregado», añadió.

Por ese motivo, consideró conveniente «fortalecer al sector industrial en cuestión, generando los incentivos necesarios para la radicación y aumento de los volúmenes de producción de tales equipos».