Por Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos Aires 

El Doctor en Ciencias Sociales de la UBA y profesor de Economía Política UNR, Julio Gambina, dialogó con Conclusión y manifestó su preocupación por la incidencia de la pandemia en la economía pero también las prioridades que fijo el gobierno con los acreedores internacionales. Aunque ponderó en forma positiva la política de asistencia social. No obstante, señaló que Argentina no vio el tiempo internacional, y no le ve ahora. Se apuro a negociar y «dilapidó la oportunidad de revisar su deuda».

«Esta claro que fue un año complicado a nivel nocional, regional y mundial, porque esta atravesado por la pandemia, hay temores por nuevas cepas, no esta claro si las vacunas serán efectivas. Aunque, si será un negocio para los laboratorios que las producen.

Los laboratorios financiaron sus investigaciones científicas por los Estados nacionales, negocian en el mercado y obtienen grandes ganancias. Esto lo marca las grandes valorizaciones bursátiles. Ni siquiera habrá la cantidad de vacunas suficientes para los paises capitalistas más desarrollados que las están acopiando. Ni hablar de aquellas naciones con menor desarrollo relativo, como lo es Argentina».

En la misma línea el docente planteó que hay un debate secundario en torno a las vacunas en el «que se mezcla la mezquindad política, más que la gravedad de la situación y ante la gravedad mundial se esperaba cooperación internacional de los paises y eso no ocurrió, Los estados Unidos se retiraron de la Organización Mundial de la Salud, contribuyendo al desfinanciamiento, y por lo tanto no hay una mirada común de los paises del sistema internacional. Tampoco se pudo hacer en latino américa.

Según el especialista, la Cepal ya elaboró varios estudios en los que indicó que «estamos ante la peor crisis desde hace 120 años, y consideró además que hemos perdido una década. Y no hay ni un organismo internacional que que hable con alguna perspectiva interesante en el corto plazo, es decir, nadie aventura que 2021 ofrece una recuperación del retraso económico del 2020».

Gambina analizó que esto no será «inocuo en materia socio-económica porque creció el desempleo en todo el mundo. La Universidad Católica publicó datos sobre la pobreza en Argentina, que llega al 44,2 por ciento. Si no hubiese sido por la política social que se aplicó en forma masiva, ésta,  hubiera sido de 53 por ciento».

Respecto de los jóvenes, el especialista acotó que los «menores de 17 años padecen una pobreza en un 64 por ciento». Sin embargo, el economista se lamentó de que la política en Argentina decidió «priorizar a los acreedores externos, es más lo que se uso de recursos fiscales para atender los pagos de deudas, digo deuda pública y acceso a reservas internacionales para cancelar deuda privada dé consorcios que son los mismos que fugaron capitales en los últimos años, y que se pueden constatar en datos oficiales».

«Esto muestra que la sociedad argentina en su conjunto permite el privilegio de una agenda que favorece a los sectores más concentrados de la economía y la especulación», dijo Gambina al tiempo que agregó que «es un año complejo para balancear, tiene elementos negativos y un minúsculo grupo de gente de en Argentina la región y el mundo, acumuló ingresos y riqueza como nunca».

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